Los cuentos de María Pandora

Por Laura Virumbrales. Relato seleccionado para el jueves, 30 de abril de 2020, en el I Concurso de Microrrelatos «Hoy Madrid». Foto de Mary Rebecca Elliott en Unsplash.

María tiene un bar que es mitad refugio mitad casa de locos. Hay una pared vestida de libros y otras tres repletas de objetos donde juega al escondite la salamanquesa. Cada tarde, cuando sube el cierre, las paredes se arrebolan, locas de ganas de contar todo lo que escuchan a diario.

María tiene el pelo rojo, más pierna que falda y un taburete favorito en la barra. Nunca huye del borracho solitario porque en sus historias inconexas, piensa, hay encerrada más verdad que en cada uno de los libros de la pared del fondo.

A María le gustan los tres últimos meses del año porque a las seis de la tarde ya es de noche y entonces, dice, puede ocurrir cualquier cosa.

Cuando la noche se ha llenado de historias y los libros cierran sus ojos y bosteza la salamanquesa, María pone en hora todos los relojes, sopla las velas, apaga las luces, echa el cierre y marcha calle abajo con su pelo rojo y sus piernas largas.

Camina con las manos en los bolsillos, tanteando alguna de las palabras que ha capturado.

Se llama María. Pero en Madrid todos la conocen como María Pandora.