Siempre nos quedará Madrid

Por Jorge García Fernández. Relato seleccionado para el sábado, 16 de mayo de 2020, en el I Concurso de Microrrelatos «Hoy Madrid». Foto de Javier Álamo en Pixabay.

Me empapé con el brillo inacabado de tonos rosáceos que el atardecer triste de marzo dejó en mí y tuve la certeza de que todo volvería a estar bien. Avancé la calle, dejándome llevar por los estímulos que brotaban de aquella ciudad ansiada de historias sempiternas.

En el cruce, a pocos metros, esperaba alguien leyendo una y otra vez la frase sellada bajo sus pies y me sentí seguro por primera vez en meses; frente aquel paso de peatones en el que varios coches esperaban impacientes mis andadas.

Leí en voz alta las lineas que nos unían y él repitió al unísono: «Difumínate conmigo, antes de que todo muera». Con cada palabra nuestras voces se unían para acabar creando al final del verso una bonita sintonía, con cada palabra nos difuminábamos un poco más hasta convertirnos en uno solo. Tras varios segundos de ausencia pregunté en voz alta buscando una respuesta: «¿Qué nos quedará después de que todo muera?» y él contestó dándome la respuesta que en mi interior tanto tiempo llevaba buscando: «Después de que todo muera, siempre nos quedará Madrid».