Por Crismusa. Relato seleccionado para el jueves, 4 de junio de 2020, en el I Concurso de Microrrelatos «Hoy Madrid». Foto de Piqsels.

Madrid. Tiempo de reclusión, de alargar las horas de un reloj.

Una ola gigantesca casi sin hacer ruido se ha colado entre las personas.

La mejor receta: tiempo, compromiso y soledad.

Los aplausos son la mejor muestra de cariño y de compañía.

Abrir la ventana cada día para que una ráfaga de aire fresco inunde nuestros espacios.

La primavera sigue su curso y los días se suceden junto con las noches.

Madrid. Herida, frágil y quebradiza. La otra cara de la realidad.

Añoramos a los amigos, a las reuniones familiares, a las salidas a la montaña o dar simplemente un paseo al parque de la esquina.

Los sueños se convierten en desvelos a medianoche llenos de temor y de
incertidumbre.

Nada parece igual. Todo suena diferente. Ya dejó de vibrar la alarma cada
madrugada. Es el sonido del silencio. Es un stop vital.

Nos aferramos a cada instante del presente. Valor seguro. Mañana es un día
incierto, que se torna grisáceo…

Batalla sin armas. Una guerra silenciosa en la que todos somos los soldados contra un único e invisible enemigo.

Los niños corretean por sus hogares e inventan nuevas maneras de jugar y ocupar el tiempo libre.

Familia. Amigos. Vecinos.