El próximo 22 de junio de 2025, la 25ª edición de la Marcha Cicloturista Villa de Parla reunirá a centenares de aficionados al ciclismo en una jornada que combina esfuerzo físico y compromiso social. Con un recorrido de 118 km por la región madrileña, esta marcha ascenderá colinas, atravesará valles y transitará rutas rurales que permiten conectar con el paisaje natural y patrimonial del entorno. La salida, prevista desde el centro de Parla, dará paso a un itinerario bien señalizado, diseñado para disfrutar de la bicicleta con seguridad y camaradería.
El evento mantiene un perfil cicloturista: no es una competición, sino una invitación a compartir pedaladas, ritmo y confianza. Varios puntos de avituallamiento entregarán alimento, agua y ambiente festivo, mientras que el acompañamiento técnico y sanitario garantiza que el recorrido sea disfrutado con tranquilidad. La llegada, tras unos 4 a 6 horas de pedaleo, tendrá lugar de nuevo en Parla, donde se celebrará una comida solidaria, un espacio para la convivencia y para reforzar los valores que sustentan la iniciativa.
Una tradición consolidada y creciente
Desde su origen en el año 2001, la Marcha Cicloturista Villa de Parla ha evolucionado hasta convertirse en una referencia en el calendario cicloturista madrileño. Pese a su naturaleza no competitiva ha logrado calar en la comunidad gracias a una organización rigurosa que respeta los tiempos y necesidades de los participantes, incluyendo a ciclistas noveles y veteranos por igual. A lo largo de sus 24 ediciones previas, la marcha ha mantenido una progresión constante en número de inscritos y en calidad logística.
La consistencia en su celebración y el crecimiento de la participación han sembrado un sentido de expectativa anual, donde muchos hallan una cita indispensable para la temporada. Además, la trayectoria de este evento demuestra que puede conjugar la organización deportiva con el estilo popular, convirtiéndose en un verdadero día de fiesta para la ciudad de Parla.
Recorrido pensado para el disfrute
Los 118 km discurren por parajes que alternan tramos llanos y zonas de ligera montaña, ofreciendo un perfil adecuado para ciclistas con buena forma física. El recorrido está diseñado para que cada tramo aporte diferentes sensaciones: el frescor de los primeros kilómetros, la belleza de los caminos entre campos y el reto simbólico de las cuestas, coronado con vistas panorámicas. Todo ello envuelto en la armonía de una dimensión natural y rural cercana.
El trazado evita carreteras principales en lo posible, priorizando caminos secundarios y vías con poco tráfico, lo que permite rodar con tranquilidad y disfrutar de una serie de perspectivas inesperadas del paisaje madrileño. Al final del recorrido, la satisfacción culmina con la llegada a Parla y el agradecimiento colectivo.
Funcionalidad solidaria como corazón del evento
La Marcha Cicloturista Villa de Parla combina su faceta deportiva con una causa social: cada año apoya iniciativas locales vinculadas a la educación, la salud o la ayuda a colectivos vulnerables. En esta 25ª edición, parte de las inscripciones se destinarán a proyectos de lucha contra la soledad en personas mayores, promoviendo la integración y el cuidado comunitario.
Este enfoque solidario ha sido una característica constante desde las primeras ediciones, lo que convierte la marcha en una forma de deporte con propósito. Corredores y organizaciones colaboradoras reciben información sobre el destino de los fondos y se implican activamente en la difusión de las causas, fortaleciendo el tejido social de Parla.
Participación abierta y familiar
Manteniendo el espíritu inclusivo, la marcha permite la participación de grupos y familias, siempre que los participantes cumplan los mínimos de seguridad. Aunque se aconseja no llevar bicicletas infantes en el recorrido completo, hay posibilidades de disponer de sectores adaptados o rutas secundarias para ciclistas jóvenes o menos entrenados, promoviendo el ciclismo desde la infancia.
Además, tanto la señalización como el acompañamiento refuerzan la idea de que todos tienen un lugar y un ritmo en esta experiencia colectiva. Esta filosofía inclusiva permite que la costumbre de la marcha se vaya transmitiendo de generación en generación.
Un reto y una tradición para celebrar
La Marcha Cicloturista Villa de Parla ha alcanzado una madurez única tras 25 ediciones, consolidando una propuesta donde deporte, paisaje y solidaridad se funden. El 22 de junio será una fecha para recordar: un día en que el esfuerzo físico se combina con el impulso por el bien común, en la emoción de compartir los primeros rayos de verano pedaleando en comunidad y generosidad.
Quienes participen en esta edición no solo completarán una exigente ruta de 118 km, sino que también formarán parte de un testimonio colectivo: el de una tradición consolidada y abierta, capaz de unir a personas en torno a una misma pasión y un mismo proyecto de bien social. Un motivo más para celebrar, pedalada a pedalada, el músculo colectivo del deporte y la solidaridad.