Ludovico Einaudi es un compositor y pianista italiano, nacido en noviembre del 55, con formación en Milán. Pese a su inicio de carrera como músico de influencia más clásica, su fama ha ido creciendo con el paso de los años por la incorporación de otros estilos musicales a su trabajo, incluyendo pop, rock, jazz o folk, entre muchos otros. Quizá no tenga un nombre tan sonado como los de otros artistas reputados de antaño pero sí lo son sus obras, puesto que una vez escuchada alguna de ellas, resonará en el pensamiento como una dulce melodía grabada a fuego que ya no podrá salir. Incontables giras y conciertos hacen que, a día de hoy, su fama siga aumentando exponencialmente por todo el mundo. Abierto a la experimentación constante y con ese toque minimalista, con el que a él le gusta que le consideren, deleita a cada uno de los espectadores que se detenga a paladear una de sus melodías.
Con una carrera tan maravillosa, la popular Sala Mayko de Madrid no podía dejar pasar el talento y piezas de Ludovico Einaudi. Un impresionante tributo al músico se une a los consolidados conciertos del espacio, los Mayko Concerts, degustados todos ellos a la mágica luz de las velas. Jazz, boleros, Adele, Vivaldi, The Beatles, Chopin, bandas sonoras de cine… Son muchísimas las opciones que los espectadores tienen para elegir uno de los espectaculares tributos que el espacio ofrece y que recomiendo encarecidamente.
Tributo a Ludovico Einaudi, ese desconocido para nosotros, fue el seleccionado para acudir a la sala. Brillante elección. Miguel Yera al piano regaló a todos los que allí nos encontrábamos unos minutos paradisíacos. La suavidad al pulsar esas teclas, el mimo en la ejecución, la simpatía y humildad hacen de este maestro pianista un regalo para los que nos dejamos caer entre sus sonidos. Cerrar los ojos y escuchar era embriagador. Abrirlos y disfrutar de la vertiginosa rapidez y perfección de las manos del artista, abrumador. Con un ambiente íntimo y cuidado, iluminado únicamente por unas tímidas velas, el tiempo parecía llegar a detenerse allí, en ese mismo instante.
Un espacio lleno de arte, magia y delicadeza donde se dan cita las piezas más conocidas del ámbito musical, desde las más clásicas composiciones hasta los mismísimos Coldplay. May Fernandez es la responsable y directora de todo este despliegue. Con una atención y una sonrisa deliciosa, ejerce las veces de maestra de ceremonias con exquisita dulzura y profesionalidad, siempre de agradecer.
Sin duda, muchos son los motivos que nos llevan a deducir que visitar la Sala Mayko y uno de sus conciertos es la mejor de las opciones para huir de este sofocante calor, del frío invernal o de la propia vorágine que muchas veces es la vida. Sentarse sólo a escuchar, sentir y detener el tiempo no puede hacerse todos los días, salvo aquí.
Delicias