Lika Shkhvatsabaia nos invita a un recorrido introspectivo a través de Paisajes secretos, una muestra pictórica que despliega una narrativa sensorial profundamente emocional. La exposición puede visitarse hasta el 1 de junio en el Centro Cultural Emilia Pardo Bazán, y representa una oportunidad excepcional para descubrir el trabajo de una artista que ha sabido construir un universo íntimo y poderoso desde la confluencia entre el arte visual y la poesía.
Un viaje emocional a través de la pintura
La exposición reúne 26 obras que conforman un corpus coherente y evocador. Lejos de tratarse de una simple serie de paisajes, cada pieza actúa como una puerta a un mundo interior, donde los elementos naturales y las formas abstractas se entrelazan con referencias poéticas universales. La pintura de Shkhvatsabaia no se limita a representar la realidad; la reinterpreta con un lenguaje visual que bebe tanto del expresionismo abstracto como de la figuración contemporánea.
Los cuadros, acompañados de versos de grandes poetas, intensifican el carácter lírico de la muestra. En este diálogo entre texto e imagen, la artista propone una lectura doble: la visual, inmediata y abierta a la emoción; y la literaria, que actúa como detonante de la memoria y la reflexión. Así, cada obra se convierte en una experiencia poética total, en la que lo visual y lo verbal conviven y se retroalimentan.

La técnica como herramienta de exploración sensorial
Uno de los rasgos más distintivos del trabajo de Lika Shkhvatsabaia es su capacidad para combinar técnicas tradicionales y mixtas, logrando un lenguaje visual rico en texturas, matices y capas de significado. En sus cuadros hay materia, color, veladuras y gestos que configuran paisajes que no buscan ser reconocibles, sino sentidos. La artista explora el soporte con libertad, utilizando pigmentos, arenas y otros materiales que aportan densidad emocional a la superficie.
Esta aproximación pictórica se enmarca dentro de una estética claramente contemporánea, aunque con referencias que atraviesan épocas y estilos. Las influencias del expresionismo abstracto —con su carga emocional directa— se funden con la delicadeza de la figuración simbólica. En ese cruce de caminos, la obra de Shkhvatsabaia trasciende lo convencional y se convierte en un espacio de meditación sensorial.

Lika Shkhvatsabaia: una artista que transforma la memoria en arte
Originaria de Georgia y residente en Madrid desde 2014, Lika Shkhvatsabaia ha consolidado una carrera sólida y reconocida internacionalmente. Su obra ha sido expuesta en diversas ciudades europeas, y ha recibido relevantes premios en certámenes de arte contemporáneo, entre ellos el prestigioso Premio Artista de Europa otorgado en Milán.
Más allá de los reconocimientos, lo que define su trayectoria es la capacidad para construir un lenguaje propio, con el que aborda temas universales como la memoria, el desarraigo, la identidad o el paso del tiempo. En cada una de sus creaciones late una inquietud existencial que se canaliza a través de la pintura, sin necesidad de narrativas explícitas. Su lenguaje es intuitivo, abierto, y profundamente humano.
Una cita ineludible para los amantes del arte contemporáneo
Paisajes secretos no es solo una exposición de pintura. Es una experiencia estética y emocional que interpela al espectador desde la sensibilidad y la introspección. Quienes se acerquen a esta muestra encontrarán una propuesta artística que invita a mirar hacia dentro, a explorar territorios íntimos a través de la contemplación del paisaje.
La muestra, comisariada por Judith Cuba y organizada en colaboración con la Embajada de Georgia, ha viajado por espacios como el Palacio Ducal de Medinaceli y el Castillo de Monteagudo en Soria antes de llegar a Madrid. Su paso por el Centro Cultural Emilia Pardo Bazán consolida su recorrido por España y ofrece una ocasión única para adentrarse en la poética visual de una creadora en plena madurez artística.
La inauguración oficial se celebrará el miércoles 30 de abril a las 18:30 horas, y la exposición podrá visitarse hasta el 1 de junio. Una oportunidad perfecta para redescubrir el poder de la pintura como lenguaje emocional y poético.