Con nueve años empezó a interpretar en televisión, y desde entonces no ha parado. David Carrillo se encuentra ahora en México protagonizando el musical Hoy No Me Puedo Levantar, como ya lo hiciera durante nueve años en la Gran Vía de Madrid. Hablamos con él de todo esto.
¿Cómo te definirías a ti mismo?
Me definiría como un apasionado sin filtros, un luchador, un trabajador y un sensiblón.
Tu salto a la fama fue con tan solo 12 años, en Médico de Familia y presentando el Club Disney, pero cuando eso sucedió ya llevabas 3 años haciendo pequeños papeles en televisión. ¿Cómo se lleva eso siendo tan joven?
Pues yo lo llevaba muy bien, con mucha ilusión, porque era todo muy vocacional, nadie me inculcó el estar ahí. Fui yo solo y se estaban cumpliendo todas esas cosas que yo quería, y se estaban cumpliendo muy deprisa así que estaba muy contento. Luego ya fue un poco difícil lidiar con la fama e ir al colegio, las transiciones de adolescente a adulto… y bueno, sufrí un poco de bullying y quizá fue eso lo peor de la fama en su momento. Pero en realidad creo que fue bastante positivo: han pasado los años y no he acabado tan mal.
Poca gente puede decir que tiene en común con Miley Cyrus el haber sido niño Disney. Pareciera que todo el que pasa por ahí en su infancia luego tiene la necesidad de demostrar que se ha hecho adulto. ¿Te pasó algo parecido, de necesitar redefinirte?
Pues sí, me pasó algo parecido porque al final los trabajos van dejando huella en ti, en el público y parece que si algo ha marcado mucho luego cuesta salirse de eso y demostrar que puedes hacer otras cosas. He tenido varios trabajos que me han marcado un montón porque además he estado bastante tiempo en ellos, como el caso de Club Disney, pero luego ha estado Ron Weasly de Harry Potter, que también me ha definido bastante, el musical que lo he hecho durante muchísimos años. Hay varios trabajos por ahí que me definen. Al final estoy orgulloso de todo lo que he hecho y creo que la vida me está dado oportunidades de seguir demostrando y estoy muy agradecido por ello.
Es realmente admirable que hayas conseguido seguir en activo ininterrumpidamente en un sector como el de la interpretación, tan inestable. Y además has hecho televisión, teatro, cine, doblaje… Y además cantas y bailas. Pero, ¿qué es lo que más te llena?
Tengo la suerte de que he aprendido a ser intérprete en distintas disciplinas, incluyendo el doblaje, las locuciones… también he sido presentador, y todo eso me ha dado la oportunidad de expandirme en todos estos campos de la interpretación. Cada uno tiene su código y creo que los entiendo todos y por eso sigo aquí. También son mis ganas de seguir, de vivir un poco así al límite como hacemos los artistas. Y la pandemia también nos ha enseñado a mucha gente que hay que improvisar y es lo que hacemos nosotros constantemente a diario. Es un modus vivendi que va conmigo, por eso creo que aguanto, y por amor a esta profesión, por supuesto.
Y claro, respondiendo a tu pregunta, lo que más me llena es el teatro, pero todo todo todo lo que es la interpretación es bienvenido y me encanta.
En estos tiempos de confinamientos, distancias sociales y mascarillas hay cierto miedo a ir a un teatro.
El año pasado, en verano, volví con Climax, con todas las medidas de seguridad al igual que aquí en México. Y se está respetando todo y se está demostrando que el teatro no es ningún lugar de contagio, al contrario.
¿Cómo viviste ser el protagonista del musical Hoy No Me Puedo Levantar durante los 9 años que estuvo en cartel en la Gran Vía de Madrid?
Ha sido el trabajo que más me ha marcado, la columna vertebral de mi carrera, porque desde el 2005 a día de hoy sigo formando parte de esto. Es el musical de habla hispana que más éxito ha tenido. No puedo estar más orgulloso de mi trabajo aquí, no me canso de hacerlo. Siempre me preguntan por qué he hecho tan pocos musicales y también digo una cosa: como ha estado dirigido este musical y como se ha presentado, no hay nada que pueda igualarse o superarlo. Y mientras esto siga aquí seguiré, claro, orgullosísimo de formar parte de esto.
Y ahora en México. La obra es la misma, pero ¿cómo se lleva estar haciéndola en otro país? ¿Cómo está reaccionando el público y cómo lo estás viviendo?
Estar haciéndola aquí en México me demuestra que la obra tiene algo tan sólido como son las canciones de Mecano y la historia, que funcionan en cualquier parte, y estoy recibiendo muchísimo cariño. Sucede lo mismo que cuando estaba en España, así que estoy feliz.
Tu personaje en el musical es el de Guillermo, un guitarrista gay ochentero con muchos registros, por el que has recibido varios premios. ¿Sientes alguna conexión con el personaje después de tantos años?
En España se reconoció mi trabajo mediante premios que ha votado el público y en algunos casos el jurado profesional, así que estoy super orgulloso, y aquí se repite lo mismo. Y con Guillermo el premio es interpretarlo cada noche y conectar con la gente.
¿Crees que el musical volverá a Madrid? Y, lo más importante, ¿cuándo volveremos a verte por aquí?
No lo sé, nunca se sabe… No puedo decir nada. Pero yo volveré en unos meses porque tengo mi familia y mi corazón en Madrid.
Estás que no paras, por cierto. Recientemente se ha estrenado una serie documental en DMAX en la que también participas.
Sí, esto es un trabajo super especial porque es un documental sobre los 45 días que se tardó en descubrir que había un aceite que estaba envenenando a la gente en España, el aceite de la colza. Esto sucede en el 81, yo todavía no había nacido, y conduzco y narro el documental, al estilo Carlitos en Cuéntame cómo pasó, porque hay muchas imágenes de la época que evocan un poco a todo aquello. Pero la historia está contada al modo thriller y el protagonista es el doctor que averiguó que era el aceite lo que estaba envenenando y matando a tanta gente durante esos 45 días. El documental narra esos días y al final del documental se entiende por qué soy yo el narrador, por qué hay un vínculo de esta historia con mi familia. Y es muy emotivo, muy bonito, y está contado de una forma muy trepidante… Está muy bien, ojalá lo pueda ver todo el mundo, se llama Colza y lo invisible.
¿Cuál es tu rincón favorito de Madrid?
De Madrid me quedo con el Templo de Debod, me parece un lugar mágico.
Me ha encantado charlar contigo, incluso a pesar de la distancia. La próxima en la barra de un teatro. Para despedirnos, ¿hay algún mensaje que quieras dejar a nuestros lectores?
Pues que muchas gracias por haberse tomado el tiempo de leernos, lo primero, y que trabajemos todos por ser felices y buena gente. Os mando un beso muy grande a todos.