Fue una deliciosa experiencia la de ver a tres pedazo de actrices como Olga Hueso, Rocío Madrid y Albanta San Román sobre las tablas, interpretando Los Monólogos de la Vagina. Pero fue mayor el placer de conocerlas personalmente y tener la ocasión de compartir unas palabras o incluso anécdotas del montaje. Desde aquí agradecerles su tiempo, su simpatía y su saber estar. Gracias por vuestro trabajo sobre el escenario y bajo él.
Por aquí os dejamos lo que fue una distendida entrevista con las protagonistas. Esperamos que disfrutéis tanto como lo hicimos nosotros ese día.
Vero Aguilera: Hola chicas, muchas gracias por atendernos y por vuestro tiempo. Ha sido un gustazo veros, la verdad. Quería haceros un par de preguntas. Olga, por ejemplo, protagonista de Los Monólogos de la Vagina.
Olga Hueso: Como todas.
Vero Aguilera: Sí, la verdad. Pero este personaje en el que se basa, es esta Olga de ficción. ¿Cómo generas a esta Olga? ¿Cómo la separas de ti?
Olga Hueso: Bueno, es que tiene muchas cosas mías también y ahí hay una mezcla de entrar y salir bastante importante. Lo que pasa es que claro, lo que es los monólogos, están definidos y el texto está, hay que decirlo. Entonces lo he adaptado todo lo que he podido a mi manera de decir las cosas y de ser. La gente que me conoce sabe que no es muy diferente de como yo soy normalmente: mandona, seria, divertida también, con carácter… Soy un poco eso, entonces es adaptarlo.
Vero Aguilera: Y cuando sales de aquí, ¿cómo desconectas de esta Olga de ficción a la Olga de realidad?
Olga Hueso: Pues muy fácil. Me monto en el autobús y se me ha acabado el personaje de la Olga aquí (risas). Esto es fundamental. Esto lo tiene que aprender cualquier actor que está trabajando en teatro y, sobre todo, y con este final que tenemos, hay que desconectar porque si no te llevas el trabajo a casa. Y es muy duro, muy duro. Al principio me costó, pero ya no.
Vero Aguilera: Ya es más fácil salir del personaje, ¿no? Muchísimas gracias. Ha sido un placer verte. Albanta, ¿cómo te ves tú desde fuera? Esa parte de la joven, de la inmadurez, ese conocerse… ¿Cómo lo afrontas tú como Albanta?
Albanta San Román: Pues yo creo que es una etapa de del personaje muy bonita, ¿no? La etapa en la que estás abierta, estás descubriendo que estás vulnerable a todo lo que pasa. A mí me gusta afrontarlo así, con mucha verdad, con los ojos muy abiertos y dejando que todo lo que venga y pueda sorprender a este personaje le sorprenda. Me parece que es importante que sea un personaje con esa vulnerabilidad para dejarse llevar. Y claro, de repente se encuentra una con estas dos maravillosas compañeras. Todo el rato en la obra se percibe sobre que se está construyendo mientras está sucediendo, que no sabes qué punto es verdad, qué está guionizado y que está sucediendo de verdad, y eso no lo podemos decir (risas).
Vero Aguilera: ¿Y cómo le dices a la gente que venga? Desde esa inocencia, esa parte jovencita e inmadura, ¿cómo recomiendas esto al público? Porque solamente el título, sólo la palabra, asusta.
Albanta San Román: Sí, pero yo creo que es una palabra que afortunadamente cada vez asusta menos y eso es parte del trabajo. Tenemos mucho público joven que viene y que está dispuesto a aprender. Creo que sales de esta obra, todo el mundo, sale diciendo: ¡ay!, pues esto no lo sabía. De repente conectas con algo que a lo mejor sí sabías, pero no tenías la certeza de ello, ¿no? Pienso que es una obra preciosa para aprender, para disfrutar.
Olga Hueso: Y para cualquier edad, los mayores también lo necesitan.
Rocío Madrid: Y adolescentes (risas).
Vero Aguilera: Muchísimas gracias, Albanta. Has sido un placer y un descubrimiento. Bueno… Rocío Madrid.
Rocío Madrid: Yo, presente, aquí (risas).
Vero Aguilera: ¿Cómo es desempeñar un papel… como el tuyo? (risas). ¿Cómo haces un papel tan abstracto, tan especial y tan importante en Los Monólogos de la Vagina?
Rocío Madrid: Y tan ignorado en la sociedad, e incluso por las propias mujeres, muchas veces. Tan popular y tan ignorado a la vez. Bueno, pues afortunadamente hemos tenido un director, Edu que ha sido muy generoso, porque esta es una adaptación de él, pero que en los ensayos nos dijo una cosa que me pareció preciosa, que fue: “Mira, yo os he cogido porque creo en vuestro trabajo, porque confío en lo que podéis crear de esta base y mostrarme a ver cuál es vuestra propuesta”. Y así fue, pero con las tres. Por ejemplo, mi personaje en Barcelona, que es donde esto se ha hecho, lo hace una actriz que nada tiene que ver conmigo. Es otro mundo y es una propuesta completamente diferente. Pero bueno, él nos ha dejado crear y aportarle mucho nuestro, y yo también lo hago. Partiendo de la base que yo uso expresiones muy mías, muy coloquiales, porque creo que eso también ayuda a la mujer que me está viendo a quitarle hierro a muchas cosas que le ponemos que no lo tienen realmente. Entonces, pienso que a veces, aunque suene quizás un poco brusco o como: “uy, es que mira lo que ha dicho” … Pero estamos conviviendo el día a día con cosas mucho peores que las normalizamos, ¿sabes? Y ahora de repente decir coño y sentirse orgullosa es como “¡ay, que grosero!” No, es un coño, dilo, ya está, no pasa nada.
Vero Aguilera: Pero podemos comer o cenar viendo que hubo un asesinato y no dejar el filete.
Rocío Madrid: Ahí está. A eso me refería.
Olga Hueso: O normalizar las violaciones o lo que ha pasado en el colegio Mayor, lo de las persianas.
Rocío Madrid: Madre de Dios.
Albanta San Román: A todos ellos les hacía venir aquí.
Rocío Madrid: Sí.
Olga Hueso: Pero todos los días, como castigo.
Vero Aguilera: Me extraña mucho que venir aquí sea un castigo.
Olga Hueso: Para ellos, sí.
Rocío Madrid: Es más, para ellos sí, porque… Nos ha pasado alguna vez, muy puntualmente, que vienen hombres que, aunque no sean muy conscientes, tienen que mirarse a ellos, se sienten atacados con esta función. Y como habréis visto, ningún hombre que no tenga un trasfondo algo raro, se puede sentir atacado, es todo lo contrario. Pero hay hombres que se han sentido atacados y que se han levantado y se han ido.
Albanta San Román: Y han desafiado.
Rocío Madrid: Y a mí en concreto, en mi monólogo, hubo un señor que venía solo que, en mitad del texto, pasó por delante con toda su tranquilidad y se paró, me miró y me desafió. Y yo seguí mi monólogo, diciéndoselo directamente a la cara, es un “a ver quién aguanta más”, claro. Pero siempre decimos lo mismo: el hombre que venga aquí y se sienta atacado, mejor que al salir vaya a un psicólogo. No suele pasar y, de hecho, casi todos los hombres que vienen se ríen y aprenden y nos dicen que les ha gustado mucho, pero bueno… Para mí este personaje es un bombón y un regalo. Además, a las tres nos deja mostrar, como actriz es muy generoso este trabajo, estos personajes, porque llevamos al público desde la risa más heavy hasta también la reflexión más profunda y el sobrecogimiento.
Vero Aguilera: Y como decía Olga, y ya para finalizar, a esa tercera edad, que es una generación más discreta, que queda todo en casa… ¿Cómo les hacemos venir al teatro? ¿Cómo les hacemos venir a Los Monólogos de la Vagina?
Olga Hueso: Pues yo creo que, lo primero, decirles que se lo van a pasar muy bien, porque es verdad. Y te sorprendería saber lo que nos dicen las señoras que vienen, pero con una valentía que mucha gente joven no tiene. Quizá ya llega una edad donde tú, a pesar de que has estado reprimida, aguantando, callada, llega un momento en el que vienen, lo ven y dicen: “¡Pues yo también lo voy a decir!”.
Albanta San Román: Sí, el punto de inflexión, a veces es la obra. La abuela de una amiga vino y al salir, que estábamos tomando algo, me dijo: “Albanta, es la primera vez en mi vida que he dicho la palabra vagina en voz alta”.
Vero Aguilera: Fíjate que bueno, sí, sí.
Olga Hueso: Pero eso entra con la risa.
Albanta San Román: Y es el mejor bálsamo.
Olga Hueso: Claro, si fuera al revés, te digo yo que no tendríamos a nadie (risas).
Vero Aguilera: ¡Y no vamos a desvelar nada más!
Olga Hueso: Pero con la risa entra todo, con el humor entra todo.
Rocío Madrid: Sí, porque decimos muchas cosas muy importantes y que no son de risa. Y muchas cosas que ni siquiera entre mujeres nos atrevemos a decir, y las decimos. Pero lo que dice Olga, pues a través de la comedia, todo se encaja bien.
Vero Aguilera: Todo entra en Los Monólogos de la Vagina (risas).
Olga Hueso: Todo entra, y entra bien, porque tenemos mucho fondo, ¿verdad? (Risas).
Rocío Madrid: Es un fondo muy bueno (risas).
Vero Aguilera: Bueno, muchísimas gracias, ha sido un placer veros.
Rocío Madrid: Igualmente, gracias a vosotros.
Olga Hueso: ¡Espero que nos recomendéis mucho! (Risas).
Albanta San Román: Muchas gracias.
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