Por Marisa Gea. Relato seleccionado para el domingo, 7 de junio de 2020, en el I Concurso de Microrrelatos «Hoy Madrid». Foto de Wallpaper Flare.
El verano pasado se refrescó Coria en los chorros de Madrid Río. Como loca jugaba con el agua y con la luz de la tarde que le daba, dibujaba un hermoso arco iris sobre su pelo negro y rizado. Disfrutó junto a otros niños como si fuera su playa, la que le falta a Madrid y hay que inventar, cada verano.
Pero este año se ha suspendido el programa de Vacaciones en Paz por el covid19 y no podrán venir los niños del desierto que cada verano nos acompañan. Ojala no llegue allí. Echaremos de menos sus sonrisas y su alegría.
Ellos llevan resistiendo desde hace más de cuarenta años las duras condiciones de unos campamentos de refugiados, en la hamada argelina, en el desierto del Sáhara y ahora, en esta crisis, con las mínimas condiciones sanitarias y con escasos recursos, se cuidan como pueden, más aislados si cabe, en sus haimas, haciendo espuma con el té caliente.
El primero, amargo como la vida, el segundo, suave como el amor y el tercero, dulce como la muerte.
Raro y triste será ver Madrid Rio sin niños y sin chorros de agua dibujando un arco iris con sus risas…