Guernica: un relato familiar

Que haya vuelto ARCO 2021 es positivo. Que con ello salga a la palestra el Guernica de Picasso, versionado por Agustín Ibarrola, es aportar una garantía para un global de la escena cultural. Y que además yo haya sacado de la carpeta del ordenador un cuento que escribí sobre el libro de José María Juarranz de la Fuente, Guernica. La obra maestra desconocida, es un añadido para conocer mejor el cuadro estrella del MNCARS (Museo Nacional Centro Arte Reina Sofía).

Les presento, a continuación, el cuento.

Guernica: un relato familiar
Siete días para tomar una decisión

Lunes: visita guiada

Maricarmen Burillo abre la puerta de su despacho y se derrumba en el sofá. Ha terminado la visita guiada de los lunes. Un día a la semana se ofrece esta Jefa de Colecciones del Museo para explicar la obra maestra que tienen: GUERNICA. Le gusta observar las caras de los oyentes mientras va contando la evolución del cuadro. Lleva un borrador en el bolsillo de la chaqueta por si se le olvida algún dato. Quiere descubrir al público algo más que lo que suele venir en los libros. Tantas cosas que decir sobre este lienzo. Hasta cuenta lo que se habla en petit comité dentro del museo: que el lienzo se cae en pedazos, aludiendo a la restauración que le hace falta.

Pero ahora mismo lo que le viene a la mente es la pregunta que le hicieron al final de la visita: su opinión sobre el libro publicado recientemente, que cambia toda la interpretación conocida del Guernica. Tuvo que poner la mejor de sus sonrisas. Menudo notición. Ha decidido leerlo, sin demoras.

Martes: la vuelta a su biblioteca

A Marícarmen Burillo se le abren las puertas automáticas de la entrada a la biblioteca. Sonríe. Recuerda como hace quince años tenía que empujar la encajada puerta para poder entrar.

―Qué barbaridad, cómo ha cambiado todo ―se dijo.

Recién pintado, nuevo mobiliario, mullidos asientos. Esto es solo en la recepción. Tiene curiosidad por subir a los dos pisos superiores, sobre todo encontrar la sala de estudio. Lo hace en el ascensor. Al llegar, cuando ve a gente tan joven, se recordaba a ella misma preparando la oposición. Busca en el ordenador. Le viene a la memoria las fichas amarillentas que se utilizaban antes para encontrar los libros. Funcionaban ―se habla así misma―. Encuentra el libro. Maricarmen se sienta en un silloncito que hay enfrente de un ventanal, de espaldas a todos. Quiere concentración y, con los años ha aprendido, sabe cómo conseguirla. Empieza a ojear. Hace un recorrido rápido, incluso nervioso por las páginas.

El cuadro, con características de pantalla de cine, es un tableau vivant mostrando la azarosa vida sentimental de Picasso. Si lo leemos de derecha a izquierda vemos a la mujer más importante en la vida del artista, su madre, con un velo; entra en el taller del pintor sujetando el candil que la ayuda a contemplar las parejas de su hijo. Ellas están colocadas de manera compositiva, con una estructura piramidal, como un cuadro histórico del s. XVIII  y s. XIX

Marícarmen para de leer y coge aire. Se hace una lista, rápida, como las de la compra, con todos los personajes que van apareciendo en su lectura. Nada que ver con lo que ella había estudiado, que además es lo que muestra, explica y defiende en su trabajo en el museo.

Listado de personajes. Todos están representados en el taller-estudio de Picasso, escenario muy recurrente en su obra.

Toro: El propio Picasso. Esto no ha cambiado de lo que se conoce hasta ahora. Se creía un demiurgo en el centro del cuadro.

La mujer que sujeta el candil: Su madre María, llevando velo. Es un recordatorio al terremoto de Málaga, en 1884. Picasso tenía tres años.

Caballo: Su mujer Olga Khokhlova, Referencia a un complicado divorcio en los años 30.

Mujer con un niño muerto en los brazos: Marie-Thérèse Walter, y su hija Maya. Amante que provocó la ruptura con Olga.

Guerrero muerto: Carlos Casagemas, su gran amigo. Se suicidó, lo que sumió a Picasso en una pequeña depresión. Lo coloca en la base de la pirámide.

Pajarillo piando: Dora Maar, artista enamorada en el momento de la realización del cuadro. Fotografiaba de noche, a escondidas del pintor, la evolución de la obra.

Sigue la lectura y apunta al final del folio:

Picasso supo plasmar tres hechos muy importantes de su vida: el terremoto de Málaga cuando era un niño, la muerte de un amigo y el divorcio de su primera mujer

Terminado este rápido listado, lo que más le llama la atención a Marícarmen es que se lo cree por completo. Por el propio personaje de Picasso y  porque el autor de toda esta revelación es de su completa confianza: fue profesor suyo en la facultad y posteriormente, ya graduada, trabajó en su galería de arte.

Tiene que telefonearle para que le cuente.

Miércoles: la llamada

Consigue contactar con el escritor. Después de saludos, ella va directa al grano.

―Todavía no me he recuperado, tengo que hablarlo contigo personalmente.

―Me he atrevido a dar esta versión ―le contesta el autor―, y sigue contando. Son muchos años de estudio; además tengo una edad en que me puedo permitir muchas cosas. Estoy vivido y cuajado. Hay que reconocer que Picasso lo hizo muy bien. Tardó meses en pensarlo, pero era trabajador, rápido y resolutivo. Fue un lince abarcando varios temas, su vida personal y la salida que podía tener el cuadro: primero lo expuso en el Pabellón de España, recibiendo un dinero, para acabar definitivamente en el Museo del Prado. Esto último no lo consiguió pero lo intentó

Marícarmen, callada al otro lado del teléfono, asiente con la cabeza.

―Nada en este cuadro tiene desperdicio ―sigue hablando el escritor―. Siempre lo hemos querido traducir literalmente, pero no, no tiene esa traducción literal lo que vemos. Picasso trasladó al cuadro lo que tenía en su cabeza, es lo que él veía… y además no explico.

«Que bien habla este hombre», piensa la jefa de colecciones. Le recuerda en la universidad contando tantas anécdotas de pintores, amigos, marchantes. Tiene esa gracia que hace amenos los relatos. La apetece verle personalmente.

Jueves: procesamiento de ideas

Maricarmen intenta estar toda su jornada laboral fuera del despacho. Busca excusas para  acercarse al cuadro estrella de la colección. Piensa en todo lo que se ha trabajado desde que GUERNICA llegó al museo; que a partir de esta obra, se ha vertebrado la exposición de la 2ª planta. Son las salas satélites con imágenes de la Guerra civil, escenas de una gran violencia. Fotos de bombardeos; incluso se expone el ejemplar de LE MONDE, en vitrina, dando la noticia del bombardeo de la ciudad vasca; este periódico le dio la idea a Picasso de hacer la obra en blanco y negro.

Sigue pensando en algunos párrafos del libro:

Cuando Picasso fue director del Museo del Prado se le ocurrió la idea de pintar su propia familia, como Goya y Velázquez hicieron con la familia de Carlos IV y la de Felipe IV respectivamente. Quiso formar la triada VELÁZQUEZ -GOYA -PICASSO.

…el artista insistió mucho para que Guernica se quedara en el Prado, pero no pudo ser…

Cuanto más lo piensa más le convence el libro a Maricarmen. Conoce bien al personaje, Picasso. Le imagina en el Pabellón de España, dentro de la Exposición Internacional de París en 1937, con todo el personal presente alrededor de GUERNICA, creyéndose el apoyo a la República que daba el pintor con su lienzo, rechazando al fascismo. Lo tenía muy bien pensado. Nunca dio explicaciones cuando le preguntaban por el cuadro. Él mostraba a su familia, dejando la parte bélica al hiperrealista cuadro vecino de Horacio Ferrer, Aviones Negros, en el estilo que promovía la República.

Viernes: reunida con el escritor y antiguo profesor

―Menuda noticia, ¿cómo ha sido? Explícame eso de que el Guernica no tiene relación con el bombardeo de la ciudad vasca. Que es autobiográfico. Que lo representado es su jaleosa vida sentimental ―insiste la estupefacta Maricarmen.

Hablan durante horas. El escritor le recalca que Picasso es ególatra, apolítico, no tenía ningún interés en España, ni en la guerra. Era más francés que español; su lengua materna la tenía bastante olvidada, con un nivel muy elemental. Fue director del Museo del Prado, pero como un cargo honorífico. Este cuadro fue una excusa para plasmar lo que realmente quería, su propia familia. Idea que gestó cuando fue el director del Museo del Prado. La Guerra Civil, el bombardeo de Guernica en concreto, le dio la oportunidad de hacerlo.

Ella escucha, menudas revelaciones. No se muerde la lengua su antiguo profesor. Habla muy clarito. Le sigue contando que ni siquiera el título, el nombre del cuadro que todos conocemos, se le ocurrió a él; fue un pintor amigo, que de visita en Junio de 1937, en el taller, al ver el lienzo, exclamó la palabra ¡Guernica!, porque el bombardeo estaba muy reciente y se lo recordaba. No se lo debía creer Picasso, le habían regalado el nombre.

Fin de semana: lo mejor, releerse el libro

La Jefa de Colecciones se levanta temprano. Con toda tranquilidad se prepara una cafetera. Bien llena. La cafeína la ayuda a despejarse. Tiene todo un fin de semana para leer un libro que le apetece.

Cuando le queda poco para terminar el libro, va llegando a la conclusión que lo importante es la silenciosa explicación que la obra produce en el espectador, eso es lo que cuenta. Es filosofía pura, no se pueden imponer limitaciones mentales.

Así, Maricarmen se ve obligada a tirar por la calle de en medio; no puede decantarse por ninguna versión. Respeta al escritor, pero hay toda una infraestructura entorno a esa obra maestra. Está muy arraigado en nuestra cultura. GUERNICA es un mito y desmontarlos lleva años.

Ella sabe muy bien que por muy grave que sea lo que está pasando, ya escampará.

Fechas importantes para situarse en el relato

PICASSO:Málaga 1881 – Mougins 1973
DIRECCIÓN DE PICASSO EN EL MUSEO PRADO:Septiembre de 1936 – Abril 1937
BOMBARDEO DE GUERNICA:26 de Abril de 1937
GUERRA CIVIL ESPAÑOLA:17 de Julio de 1936 – 1 Abril de 1939
EXPOSICIÓN INTERNACIONAL PARÍS:25 Mayo – 25 Noviembre 1937
REALIZACIÓN DE EL CUADRO:Mayo – Junio 1937

Nota de Patricia

Adjunto respuesta de una persona que desconocía el asunto que trato en este cuento y quise saber su opinión.

Buenos días:

Gracias por la sorprendente información.

Esta parece otra más de las que se denominan «teorías conspiratorias». Suelen ser sorprendentes pero, quizá, alguna sea cierta. En todo caso, la del Guernica tiene la cualidad de original.

No sé qué decir, salvo que nunca me gustó el cuadro y sigue sin gustarme.