Misterio, ilusionismo, mentalismo, magia… e incluso miedo. Todo eso es lo que pudimos respirar y palpar los asistentes al espectáculo inquietante del que vengo a hablaros. Pero para continuar, aclaremos un par de conceptos como, por ejemplo, ¿qué es el mentalismo? Según la Real Academia Española, es la teoría filosófica que no tiene en cuenta las experiencias objetivas y trata de resolver los problemas exclusivamente mediante procesos mentales, pero también una controvertida rama del ilusionismo. Usando agilidad mental, magia o sugestión, aquel que lleva a cabo la sesión, consigue lograr la sensación de telepatía, clarividencia o control mental sobre el público, entre muchas otras opciones. Pese a ser el mentalismo una rama del ilusionismo, ya comentado anteriormente, algunos mentalistas, como Bob Cassidy aseguran que: “el mentalismo como arte escénico es un arte independiente y diferente de la magia o el ilusionismo”. Hechas las pertinentes aclaraciones… Procedo a ilustraros con un show que pone los pelos de punta a todo aquel que se atreva a visitar.
El maravilloso Museo de Cera de Madrid acoge a un artista de larga y exitosa carrera. Pablo Raijenstein es el mentalista más destacado de su generación, como reza la BIO de su propia web. Diplomado en psicografología, formado en cine, arte dramático o desarrollo circense, se ha especializado en el trabajo de la mente, ya sea a través de la hipnosis, lenguaje no verbal u otras disciplinas. Lo asombroso de su trabajo quizá no sea todo esto, que ya en sí mismo es una completa hazaña, sino el hecho de combinarlo con atmósferas misteriosas y enigmáticas, que favorecen ese halo de incertidumbre que se siembra entre los presentes.
Mentalismo en el Museo de Cera con Pablo Raijenstein nos trae una noche llena de secretos ocultos, intrigas y confidencias. Pablo, con una abrumadora puesta en escena, es capaz de convertir una velada nocturna en una experiencia que creo que es imposible de olvidar. Un entorno de lo más apropiado, lleno de figuras de cera que parecen observarnos desde cada rincón, analizando cada movimiento, cada mirada, cada paso… Un museo que de noche parece cobrar vida… a la luz de las tenues linternas de los móviles. Entre sombras o extraños sonidos, una misteriosa escultora, personal del propio museo y encargada de muchas de las figuras de cera allí presentes, será la persona que guiará a los valientes que acudan a esta inolvidable cita. Ella es Lorena Toré, encarnado el personaje de Elvira con deliciosa ejecución. Una mujer que, con su rostro estático, su caminar apenas perceptible y su aterciopelada voz, deleitará al espectador con cuantos relatos narre, mostrando sala por sala, con una inquietante puesta en escena.
Una original forma de contemplar un museo que, tras la visita, ya no recordarás igual, al que ya no irás con los mismos ojos… Pablo Raijenstein, ese brillante mentalista al que acabo de descubrir y al que dudo que le pierda la pista, es el mejor de los anfitriones para un show que te hará temblar.
Lamentablemente sólo hay fechas disponibles hasta el 29 de julio… Esperemos que, tras la parada vacacional, la experiencia continúe, porque creedme, merece la pena. No os recomiendo perderos esto, más bien… Todo lo contrario.