Como ya nos decía el poeta español Antonio Machado: «Caminante, son tus huellas, el camino y nada más; caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás, se ve la senda que nunca, se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino, sino estelas en la mar».
De eso trata esta desternillante comedia, de un camino: un recorrido que seguirán tres buenas amigas con un único propósito, en teoría. Juntas harán una ruta por la montaña con el fin de conmemorar a su querida Rebeca, esa amiga que, por desgracia, ya no está con ellas y que acudía allí a aclarar sus pensamientos y disfrutar de la naturaleza y las vistas, ya que era una intrépida del monte. Guiadas por sus emociones… y un mapa, seguirán los pasos de Rebi, como la llamaban cariñosamente, para hacerle un bonito homenaje… Algo que, en principio, quieren repetir cada año, pero el tiempo lo dirá. Sólo un fin de semana, sólo una noche durmiendo en una tienda de campaña, sólo subir a esa cima, sólo una cuesta arriba, sólo… Desnudar el alma y sincerarse como nunca antes lo habían hecho.
Paso a paso es un espectáculo repleto de risas, llantos, sentimientos a flor de piel, amor, dolor… Y, ante todo, grandes dosis de realidad. La amistad como ingrediente esencial, será la sal de este montaje que hará reflexionar a todos los asistentes. Un cuidado texto de Peter Quilter que hará las delicias de los asistentes al evento, recordándonos lo que es esencialmente importante en la vida y reflejando en esa cuesta arriba, en esa escalada de montaña, el significado real de la existencia humana. Ante la dirección de Esteve Ferrer, estas tres mujeres lucharán, por alcanzar la meta y recordar a su amiga y por sí mismas.
Pero… ¿Y quiénes son ellas? Mónica, a quien da vida una radiante y juvenil Carmen Conesa, es esa mujer atrapada en la juventud, negada a envejecer y a madurar, motivada siempre por el deseo y los encuentros furtivos, que no sabe muy bien como continuar o avanzar en su trayectoria. Sofía, sin embargo, es una mujer meticulosa, organizada y precavida, aquella que sobre piensa mucho todo eso que va a llevar a cabo, dejando de lado su vulnerabilidad y lo que le hace daño, hermetizando el dolor causado por el amor frustrado. Una brillante Diana Peñalver nos regala su talento sobre las tablas con notable profesionalidad. ¡Ah! Y no puedo olvidarme de Paula, interpretada fabulosamente por Eva Barceló, que adornó el teatro de carcajadas con su estupenda puesta en escena. Ella es una persona humilde, sencilla, a la que le gustan las comodidades y, por qué no decirlo, comer bien. Simple, conformista y elocuente, será la que ponga orden y los pies en la tierra… Siempre que sus pensamientos no se lo impidan. Las tres, entre risas, confesiones y puñaladas por la espalda, pelearán por lograr su objetivo: llegar a la cima y depositar allí su ofrenda, la piedra con mensaje que cada una dejará en memoria de Rebeca, la añorada amiga ya fallecida, bueno… ¡Y respirar aire puro o ver lo que se ve desde allí arriba!
El Teatro Alcázar de Madrid tiene el placer de ubicar entre sus paredes esta hilarante historia de mujeres fuertes, poderosas y luchadoras que colmará de sonoras carcajadas su patio de butacas. La pena que únicamente lo hará hasta el día 20 de agosto. Tranquilos, que aún queda tiempo.
Paso a paso recuerda a los espectadores, como decía Albert Camus, que «no camines delante de mí, puede que no te siga. No camines detrás de mí, puede que no te guíe. Camina junto a mí y sé mi amigo».