¡Ay, el amor! Ese sentimiento que nos abruma, nos deja embobados con una sonrisa perenne en los labios, hace que todo sea maravilloso y color de rosa… Eso tan bonito que todos queremos experimentar, al menos una vez en la vida. ¡O no! Porque quizá sea un gran motivo de preocupaciones, dolores de cabeza, intranquilidades e inseguridades… ¡Según se mire! Y eso les sucede a los protagonistas del espectáculo que trato hoy.
Mentiras inteligentes es una disparatada comedia de humor y amor que da mucho que pensar a todo aquel que la disfruta, repleta de carcajadas y amenizada con un elenco de bandera. Fer, a quien da vida el actor Jesús Cisneros haciendo gala de su fabulosa profesionalidad, es un joven y recién estrenado padre de familia que disfruta de los partidos de pádel con su padre. Será al fin de uno de ellos, cuando realmente se sincere con su progenitor desvelando todo lo que le quita el sueño y lo que le hace vibrar de igual manera. Fernando, el padre de la criatura, como se suele decir, interpretado por el inmejorable Juan Jesús Valverde, deberá custodiar el secreto que le ha sido revelado. Pero una esposa averigua todo y, una madre es una madre, a la que tampoco se le puede ocultar nada, porque se acabará enterando o te lo acabará sonsacando. Pues el joven, estrenando su paternidad y para desconectar de las nuevas responsabilidades o para afrontar los cambios que un hijo provoca en una relación de pareja, se ha apuntado al gimnasio, por evadirse, desconectar, entrenar un poco… Lo que le ha llevado a enamorarse de nuevo, o eso cree. ¡Ay Sofía! ¡Qué guapa es esa monitora de gym que le vuelve loco!… ¡Y con la que tiene una aventura! ¡Menudo secreto para que un padre lo guarde! Eso sí… Su madre no debe enterarse y muchísimo menos su esposa, con la que no atraviesa la mejor de las etapas. Pero Alicia, que se huele las complicaciones, decide tomar las riendas y poner orden. Una hilarante, brillante y divertidísima María Luisa Merlo encarna a esa madre preocupada a la que nadie le dice qué es lo que está sucediendo. Para enterarse de todo lo necesario y sonsacar información como solo ella sabe, organizará una estratégica merienda que dará en el punto de mira de la cuestión. Sonia, sin embargo, la esposa de Fer, simplemente acude al ágape por la deliciosa tarta de queso. Ana Escribano es la encargada de desarrollar a esa pobre esposa que no se entera de nada, o que actúa como tal. De cualquier modo, lo hace con una ejecución chispeante, atronadora y aportando enorme ritmo y comicidad al montaje.
Las cenas familiares en las que asoman los trapos sucios, el ambiente se caldea y, tras la tormenta, vuelve la calma. Este texto salpicado de humor, confidencias y deseos de Joe Dipietro, nos plantea cuán felices somos con aquello que poseemos. Si es suficiente nuestra vida, con sus pros y sus contras, o si por el contrario siempre anhelaremos lo que no tenemos, eso de lo que carecemos y pensamos que nos llevará a la cúspide de la felicidad más inmensa. ¿Colmaremos nuestra existencia de mentiras para obtener eso que tanto amamos, o creemos hacerlo, para poder lograrlo? ¿En algún momento, el ser humano se conformará con lo que adquiere, sin esperar más y más? Preguntas y más preguntas que nos darán que pensar entre risas aseguradas.
Con la espléndida dirección de Raquel Pérez, Mentiras inteligentes llega a sus últimos días, deleitando a la platea madrileña con su talento. Apenas una semana más de funciones en el Teatro Maravillas de Madrid para paladear esta disparatada historia que tiene mucho de real.
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