La inocencia e ilusión de un niño es algo mágico y preciado que deberíamos conservar como un hallazgo fantástico. El problema es crecer y, con ello, ser consciente de las dificultades que entraña la vida adulta, los quebraderos de cabeza que podemos llegar a sufrir y las rutinas abrumadoras que arrasan con cada brizna de pasión. Quizá nunca debiéramos dejar de ser niños o, al menos, no perder nunca su esencia entusiasta. De eso, es precisamente de lo que trata es espectáculo que hoy os traigo.
Un mundo donde la imaginación vuela libre y los sueños se hacen realidad con Peter, el Musical. Esta producción teatral, basada en el clásico de J.M. Barrie, es una experiencia encantadora que cautiva tanto a jóvenes como a adultos, llevándolos a un viaje mágico a la Tierra de Nunca Jamás. Desde el momento en que se levanta el telón, el escenario se transforma en un escenario de ensueño, con escenografías deslumbrantes que capturan la esencia de la casa de los pequeños, la isla misteriosa donde residen los niños perdidos o el propio barco del temible Capitán. La creatividad y el ingenio detrás de cada detalle transportan al público a un mundo donde la realidad se mezcla con la fantasía.
La historia cuenta las aventuras de Peter Pan, el niño que nunca creció, a quien da vida con deliciosa puesta en escena Silvia Villaú. Este, visita a la familia Darling para escuchar los cuentos y ver lo que es tener una mamá, conociendo así a Wendy, John y Michael, interpretados con gran talento por Vanesa Fernández, Carlota Sájara y Carlos González respectivamente. Y, como las madres saben de todo, aunque no lo digan, no era de extrañar que la Sra. Darling estuviera al tanto de lo que ocurría con Peter y con las sombras que se dejaban ver a través del gran ventanal, personaje encarnado por la dulce Ángels Jiménez. Los personajes cobran vida en el escenario gracias a un elenco talentoso que logra capturar la esencia de cada uno de ellos. Desde el valiente y carismático Peter Pan hasta el malvado Capitán Garfio, hecho carne gracias al fantástico trabajo de Carlos J. Benito.
Diálogos ágiles y llenos de humor, manteniendo al público comprometido en todo momento; melodías pegajosas y actores que aportan su propia chispa al espectáculo, creando conexiones con la audiencia y haciéndolos reír y aplaudir en igual medida. Pero lo que realmente hace que Peter, el Musical sea una experiencia inolvidable es su capacidad para despertar la imaginación y avivar el espíritu aventurero en todos nosotros. A medida que los personajes vuelan por el escenario con la ayuda de efectos especiales, el público se adentra en un mundo de fantasía donde todo es posible, ensalzando los mensajes sobre la amistad, el coraje y la libertad o enseñando a los más pequeños de la casa a enfrentar sus miedos y a nunca dejar de perseguir sus sueños, sin importar cuán imposibles parezcan.
Después de que las luces se apaguen y el telón caiga, no te arrepientas de no haber volado hacia la Tierra de Nunca Jamás, porque todavía te espera en el Teatro Alcázar de Madrid hasta finales de abril. Y ya sabes… ¡Nunca dejes de creer en las Hadas!
Sevilla