¿Qué es una sombra? Como tal, el término habla acerca de una imagen oscura que, sobre una superficie cualquiera, proyecta un cuerpo opaco, interceptando los rayos directos de la luz o, simplemente, la falta de esa luz, ya sea completa o no. Sin embargo, aplicado a un nivel más humano y personal, aquellos que poseen sombras en su interior, tienen una esencia oscura, reservada y gris. Quizá, nos refiramos a un ser cuya alma contenga secretos; con comportamiento manipulador, narcisista y ególatra; conflictos internos; marcada falta de empatía; agresividad; violencia o hasta una melancolía crónica. Con soberbios elementos, el resultado obtenido podría parecerse al protagonista de la historia central del musical que hoy nos atañe, pero para descubrirlo, habréis de leer el libro.
50 sombras, El musical es una cómica parodia enmarcada en las líneas del ejemplar 50 sombras de Grey. En este montaje, son tres las mujeres y amigas que se juntan, eventualmente, en su club de lectura. Ese espacio de evasión e imaginación, alejado de sus mundanas y aburridas vidas, descubren un libro que cambiará radicalmente su forma de ser y pensar. Bev, Carol y Pam, interpretadas respectivamente por Paule Mallagarai, Elena Troyale y Flor Lopardo con un talento atronador, son las mujeres que se engancharán a las páginas del que se ha convertido en su nuevo vicio y obsesión: el libro. Juntas, embriagadas por sus desesperantes y rutinarias existencias, se dejarán envolver por las pasiones y los ardientes deseos que les brinda la novela, junto a sus dos personajes centrales: Christian y Ana.
Leo Rivera y Ana Herebia fueron los dos astros que culminaron el éxito de este montaje, cubriendo a esos protagonistas que con tanta intensidad hechizaron al público asistente. La voz prodigiosa y la simpatía de ella, unida a la sinvergonzonería, picardía y saber hacer de él, empastaron de una manera exquisita para que el espectáculo bajase el telón, por última vez, entre vítores, aplausos y homenajes.
No puedo dejar de nombrar a una artista de gran elegancia que enriquecía la escena con sus suaves y dulces movimientos, ya fuera sobre la barra, bailando en pareja, sola o sobre el propio decorado del show: Paula Díaz aportaba una chispeante y fogosa mezcla que acaba de engalanar fabulosamente una función disparatada y picante.
Una compañía en la que se apreciaba el buen ambiente, la diversión y el compañerismo, deleitó a su público en la tarde de domingo que se despedía de la cartelera madrileña en el Teatro de La Latina.
Si el libro enganchó a cientos de miles de mujeres, 50 sombras, El musical lo ha hecho con incontables madrileños.