Puede que leer o investigar acerca de la historia pasada sea como hacerlo, a día de hoy, sobre personalidades de las más populares esferas, es decir, muy interesante. Hoy, acudo a hablarles sobre la vida de dos mujeres fuertes y luchadoras que estuvieron marcadas por la solemnidad y la tragedia. Ellas son Isabel I de Inglaterra y María Estuardo. Pero… ¿Qué parentesco las unía? María, reina de Escocia, e Isabel eran primas. La primera, era nieta de Margarita Tudor, que era la hermana de Enrique VIII y, por tanto, tía de la segunda. Ahora bien. ¿Qué sucedió con ambas? ¿Cuánta polémica desatada entre qué tipo de sucesos? María, era malmirada en Escocia por su vida privada fogosa y ajetreada y sus creencias religiosas. Por ello, escapó a Inglaterra y fue encarcelada por su prima Isabel I. La reina inglesa ejecutó entonces a María después de que esta conspirara para hacer asesinar a su prima o, al menos, esa es la narrativa que se conoce. La rivalidad las separó en vida, pero el sepulcro las unió en la muerte.
Dos grandes féminas luchando por una misma causa. Dos tronos, dos Reinas arrasa con patios de butacas a rebosar e incontables espectadores pegados a la butaca ante la intensidad de lo degustado en los Teatros Luchana de Madrid. El montaje cuenta con una calidad escenográfica y de vestuario exquisita, pese a lo aparentemente simple de la escena. Con unos trajes dignos que aquella época y que perfectamente podían considerarse pieza de cualquier museo por su fantástica belleza, los actores dominan plenamente las tablas con esas indumentarias que, en ocasiones, bien podrían considerarse una trampa más que un galardón añadido, dada su voluminosa envergadura.
Apenas un par de artistas, si realmente lo son, como es el caso, pueden llenar un espacio al completo con talento y acierto abrumador. Así ocurre con la profesionalidad de Nacho Guerreros, interpretando el papel de una dominante Isabel I de Inglaterra y con Nicolás Pérez Costa, quien da vida a una desgarradora y envolvente María Estuardo. Grandes en su trabajo y enfrentados en un duelo que no permite tregua alguna y que mantiene a la audiencia en un constante vaivén de sentimientos y emociones.
Los Teatros Luchana de Madrid tienen el privilegio de ofrecernos este montaje sobrecogedor, con una cita obligada para todo el que así lo desee, hasta finales del próximo mes. El 26 de mayo estas figuras de la realeza dirán adiós con sus certeras palabras aún resonando en nuestras cabezas.
Tan solo setenta y cinco minutos pueden tocarnos el corazón y hacernos llorar y sonreír como sucede con estas dos reinas. Una obra maestra de expresión artística que te transporta a un universo paralelo, a un salto en el tiempo que te atrapa y del que no querrás salir, donde los límites entre lo que de veras sucedió y lo que nunca se produjo, se desdibujan con la mayor perfección imaginable.
Aranjuez