Una comedia de situación, popularmente conocida con el término inglés sitcom, es aquella en la cual sucede una historia que, habitualmente, se desarrolla en el mismo lugar con mismos personajes. Es un formato bastante arraigado y de buena acogida entre el público, pero cierto es, que hay una de ellas que marcó un antes y un después en la trayectoria de estos montajes. Por eso, hoy nos reunimos nuevamente para contar un poco más acerca de este espectáculo teatral.
Friends, la parodia musical, conforma un montaje dinámico y entretenido, de laboriosa ejecución, que mantiene al público expectante para descubrir los momentos más míticos de su serie favorita, recreados en el escenario. Por supuesto, hablo de Friends, la sitcom de diez temporadas que dejó huella tanto en espectadores como en todo el elenco que la formaba. Ahora, el reparto de actores y actrices de este show nos vuelve a regalar el humor pícaro y distendido que caracterizada la comedia.
Personajes con una forma de ser un tanto peculiar, con sus rarezas y sus formas poco habituales de divertirse, vuelven para cobrar vida en el Teatro Infanta Isabel de Madrid. Los encargados de ello son María Ochando como Mónica, María Ruiz como Rachel, Irina Bargues como Phoebe, Omar Ruiz como Ross, Dani Saiz como Chandler, Ricardo Saiz como Joey y Kevin Villar como Gunther y puede que algo más, pero sin duda el intérprete consigue enamorar a toda la audiencia con sus intervenciones. No puedo olvidar mencionar a Marta Seguí como swing de actrices y Miguel Sánchez como swing de actores. Todos ellos fantásticos rememorando todo lo que sucedió en ese apartamento o en la concurrida cafetería.
Con la dirección de José Saiz, este musical de pequeño formato para todos los públicos está a punto de despedirse del Infanta Isabel, con muy buenas críticas y cuantiosas entradas vendidas que acreditan su buen desempeño, su esmero y el talento aportado. Tan sólo, cuentan con funciones hasta finales del mes de julio, es decir, poquísimas oportunidades restan de poder acercarse a paladear a Mónica, Rachel, Phoebe, Ross, Chandler, y Joey como lo hacían muchos desde el confortable sofá de cada una de sus casas.
Quisiera añadir que, obviamente sabíamos muy bien qué escenas podríamos ver en el musical dada la popularidad de la serie, así como la de sus momentos cumbre, pero pese a eso, algo llamó mi atención y me eclipsó: un descanso durante la función como nunca había podido observar. Original, extrovertido y con un humor entre ácido y picante que logró reconectar a todos los asistentes que, desde que escucharon la palabra “descanso”, tenían sus teléfonos móviles en activo y pegados a las palmas de sus manos.
Una apuesta divertida e hilarante que un buen fanático de Friends querría visitar.