Santi Rodríguez nos regala una Segunda Oportunidad en Infarto: ¡No Vayas a la Luz!

Santi Rodríguez nos regala una Segunda Oportunidad en Infarto: ¡No Vayas a la Luz!

“No hay mal que por bien no venga”. Qué gran frase, cuánto hay de sabiduría en ella y la de veces que nos ha hecho reflexionar sobre las cuestiones más dispares que podamos imaginar. Claro que, si ese suceso negativo del que hablamos, es una enfermedad, quizá no sea tan sencillo encontrar la parte positiva a lo ocurrido. Pero es una realidad analizar que hay personas con una facilidad abrumadora para lograrlo. Eso le ocurre al artista del que hoy volvemos a hablar, porque no podemos negar que nos encanta y nos cautiva, cada día más.

Santi Rodríguez sigue enamorando a su público con sus espectáculos embriagadores y desternillantes. Siempre con un humor fácil de comprender, alejado de la ofensa y de la crítica fácil a su audiencia, continúa llenando teatros con sus aventuras y con grandes dosis de respeto por aquellos que acuden a escucharle.

Foto: Mikel MASA

Infarto: ¡No vayas a la luz! Es un hilarante show de uno de los episodios más críticos y personales del cómico. Un monólogo excepcional que combina la risa con una profunda reflexión sobre la vida y sus inesperadas sorpresas.  Desde el primer momento, Santi capta la atención del público con su carisma y su forma única de contar historias. Con un ingenio afilado, nos lleva a través de los momentos previos al infarto, relatando anécdotas con un humor tan agudo que es imposible no reírse, hasta en instante culminante y lo que vino después. Sus observaciones sobre la vida cotidiana, la salud y la muerte son tanto cómicas como reveladoras. A la contra de amedrentarse ante el hecho de sufrir una patología como la del título de este evento, que fue lo que le ocurrió al popular frutero, él supo ver la comicidad y la obra de teatro en toda su totalidad, para plasmar en el escenario lo acontecido.

Una habitación de hospital, con su cama, un sofá para visitas, su gotero, la mesita de noche que hace las veces de bandeja… Y, desde luego, el interesante y sexy camisón con apertura trasera que dota a los reunidos en el teatro de unas vistas de lo más… ¡Sugerentes!

El Teatro Bellas Artes  alberga este montaje y hace las veces de hospital para este hombre que acumula triunfos, risas y ovaciones interminables. Puede que la vida le haya dado una segunda oportunidad a Santi Rodríguez, pero también nos la ha dado a todos nosotros y el privilegio de seguir disfrutando de su arte y su saber estar sobre las tablas. Quizá la luz que él vio fue la bombilla que se encendió para la creación de esta maravilla que, por cierto… ¡Está en cartel hasta finales de año!

¡Que no os pille un infarto y no hayáis ido a verla!


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