Eva Ryjlen: «Sea cual sea el punto vital en el que te encuentres, continúa hacia delante»

Eva Ryjlen: «Sea cual sea el punto vital en el que te encuentres, continúa hacia delante»

Eva Ryjlen nació en Guadalajara cuando en Madrid arrancaba La Movida. A los siete años ya componía sus propias canciones y fue en el dúo rockero Idealipsticks donde floreció durante más de una década y cinco discos, hasta que arrancó su carrera en solitario reinventándose a sí misma. El próximo 21 de mayo presenta su segundo disco, Onírica, en la Sala El Sol.

¿Qué es lo que inspira a Eva Ryjlen? ¿Cuáles son sus influencias?

En general soy una persona que intenta ir por la vida con los ojos bien abiertos, me encanta empaparme de todo lo que me rodea. Puedo encontrar inspiración en la música, por supuesto, pero también en el arte, la literatura, o en las cosas cotidianas que suceden en mi entorno.  Si te refieres a influencias musicales, creo que los clásicos del rock tienen gran parte de culpa de que haga lo que hago.

¿Cómo defines tu estilo?

No soy muy amiga de ponerme etiquetas, las etiquetas al final son límites y ya nos limita bastante la vida con las herramientas que nos da a cada uno. Además ayer era una persona, hoy soy muy diferente y casi con total seguridad mañana seré una persona distinta. 

Compones tus propias canciones desde que eras niña. ¿Cómo es ese proceso creativo? ¿Partes de un concepto, de una melodía, de un verso…?

Normalmente trabajo a partir de una melodía, aunque puede ocurrir que una canción parta de una idea de un texto. Lo que sí que es necesario para mí es que cada idea o proyecto de canción parta de una emoción o sentimiento. No soy capaz de sacar adelante ningun proyecto nuevo si no me remueve por dentro o no parte directamente desde las entrañas. 

Foto: Óscar Cuevas

Es curioso porque he oído hablar varias veces del nuevo «hombre del renacimiento». Pero tú compones, cantas, creas tu propio camino, también haces teatro… ¿Es Eva Ryjlen la auténtica «mujer del renacimiento»? ¿Qué otros talentos ocultos tienes?

No me considero una persona especialmente talentosa, pero sí soy curiosa y muy perseverante. Cuando me obsesiono con algo intento desgranarlo hasta llevarlo a su más pura expresión. Necesito estar en constante aprendizaje, para mí es algo vital. Ahora estoy muy a tope con la ilustración, y es algo que me motiva muchísimo. Contar cosas de manera diferente. Me siento como un niño que está aprendiendo a andar, y esa sensación de inseguridad, me resulta irresistible. 

Un día decides abandonar el dúo Idealipsticks para lanzarte en solitario con tu primer álbum Violencia Posmoderna. ¿Cómo llegas a ese punto?

Llegó un momento en el que tanto Jave como yo sentíamos que no podíamos aportar nada más interesante que lo que habíamos hecho hasta la fecha en Idealipsticks. Ambos nos sentíamos muy orgullosos de todo lo que habíamos construido, pero también en nosotros había una sensación de vacío que sólo podíamos llenar enfrentándonos a nosotros mismos en solitario. Ambos suponíamos una zona de confort para el otro, y eso nos hacía sentirnos cómodos, lo cual no es muy beneficioso para el trabajo artístico, así que decidimos emprender caminos diferentes. 

 Algo que sorprendió a tus fans fue que al dar ese salto pasaras de cantar en inglés a hacerlo en castellano.

También a mí me sorprendió, jajajaja. No fue algo para nada premeditado, sino que en un momento dado, alguien me planteó cantarle algo en mi lengua materna, y no fui capaz, me sentí insegura y llena de prejuicios, así que decidí explorar porqué me estaba sucediendo eso y enfrentarme a ello. Lo intenté con una canción y poco a poco encontré mi forma de expresarme en castellano. Fue algo que simplemente surgió.

Mis canciones favoritas del disco Onírica, las que me puse en bucle toda la mañana, son Shangri-La, Santuario y Kamikaze, que paradójicamente son bastante distintas una de otra. ¿Cuál es tu favorita y por qué?

No sé si podría decirte que tengo una favorita, quizás Caminar por la forma en la que surgió. Es una canción que prácticamente se hizo sola mientras yo volcaba mis sentimientos en un trozo de papel. Empecé escribiendo sensaciones y acabé cantándolas, es algo que no me había sucedido nunca y lo viví como un momento muy mágico y especial. Pero en general me parece que en este disco unas canciones están ligadas a otras y no existirían si no existieran las demás. Son como distintas caras de la misma moneda, o del mismo dodecaedro, si lo prefieres.

Entre tu disco Violencia Posmoderna y el actual Onírica ha pasado todo esto del coronavirus… ¿Cómo sientes que ha afectado al mundo de la cultura en general y de la música en particular?

En general estamos viviendo una situación muy amarga y dramática, que no afecta tanto a los artistas grandes, pero sí a la working class de la música, donde nos encontramos los artistas medios, los técnicos y las salas. Es muy importante que desde las instituciones se comprometan a tomar medidas urgentes porque el sector se encuentra en coma, y si no se cambian ciertas cosas desde la raíz, puede que cuando queramos darnos cuenta sea demasiado tarde.

El tema del virus, además, nos ha afectado a todos de manera muy desigual. Algunos lo han aprovechado para crear cosas nuevas y plantearse retos. Otros lo han pasado francamente mal. El resto simplemente intenta ponerse de lado y esperar que todo esto pase. ¿Cómo lo viviste tú?

Yo al principio me quedé, como todos, con cara de idiota. Era una situación inesperada y en menos de una semana vi caerse ante mis ojos todo el trabajo que teníamos previsto para el año. Pensaba que mi momento en la música había tocado a su fin, pero poco a poco fueron surgiendo canciones, que trataba de usar a modo de terapia ante la situación que estabamos viviendo. No tuve la sensación de estar haciendo un disco hasta que no vi acomodarse las piezas del puzzle, de hecho en ningún momento tuve intención de publicarlo, porque dada la situación lo veía totalmente inviable. Pero bueno, parece que los astros se alinearon…

De todo lo que ofrece la Comunidad de Madrid, ¿qué es lo que más te gusta?

Para mí lo más atractivo de la Comunidad de Madrid es su diversidad cultural, la mezcla de culturas que se da en las grandes ciudades se traduce en una sociedad más rica y abierta, y eso siempre conlleva una sensación de libertad.

Y de todo Madrid, ¿cuál es el lugar o espacio que te permite estar más en conexión contigo misma?

Aunque adoro el centro de las ciudades grandes por su entramado artístico y cultural, yo soy muy de campo, y me gusta mucho ir a la casa de unos amigos en mitad del monte a desconectar. Lo de mirar a cualquier parte y ver sólo naturaleza es algo impagable.

¿Qué mensaje te gustaría que perdurara, a través de tu música, para que inspire a las próximas generaciones?

Creo que lo de caminar con el corazón en la mano y el cuchillo entre los dientes es bastante descriptivo. Sea cual sea el punto vital en el que te encuentres, continúa hacia delante, haciendo caso a lo que sientes y defendiendo esos dictados de tu corazón con uñas y dientes.


Eva Ryjlen presenta su disco Onírica en Madrid el vienes, 21 de mayo, a las 18:00h, en la Sala El Sol (c/ Jardines, 3 Madrid). Precio de la entrada: 12 euros.