Santi Plaza: «Me ilusiono viendo magia y me ilusiono creándola»

La magia es sinónimo de ilusión, de imaginación, de fantasía… La magia es aquello que nos hace volver a ser niños, disfrutar y no pensar en nada más allá. Para explicarnos todo esto más detalladamente, Hoy Madrid ha querido entrevistar a un mago cada vez más conocido: Santi Plaza. Con una vocación desde la infancia, Santi aclarará un poco que es esto de la magia y, por supuesto, por qué significa tanto para él. Una charla muy personal que nos acercará a este ilusionista y al mundo de lo misterioso y desconocido.  

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Estamos con Santi Plaza porque queremos averiguar un poquito más de él. Lo primero de todo, preguntar quién es Santi Plaza.

¿Qué tal? Bueno soy mago, hago magia.

Esto de la magia, ¿cómo te ha cambiado a nivel personal?

Me ha cambiado mucho. Bueno en realidad no me ha cambiado, he ido evolucionando con la magia, porque yo hago magia desde que era muy chiquitito. Entonces lo que ha evolucionado ha sido esa magia y mi forma de verla y de hacerla, ¿no? Me ha hecho conocer mucha gente, muchos sitios, abrirme… Antes era más tímido, aunque a veces lo sigo siendo, pero bueno (risas).

¿Qué significa para ti el hecho de «ser mago»?

A nivel personal, me influye en que siempre esté dando vueltas a las cosas. Yo soy muy inquieto y la magia canaliza toda esa energía hacia juegos mágicos nuevos, a crearlos, a crear historias para ellos, entonces es como una especie de vía de escape, hace que siempre esté aprendiendo y descubriendo, investigando y conociendo.

¿Qué es lo que sientes cuando haces magia?

Ilusión, que es la base en esto. Me ilusiono mucho haciéndola, me ilusiono viendo magia y me ilusiono creándola.

Aunque antes ya se ha tocado el tema, queríamos preguntarte… ¿Por qué magia y desde cuándo?

Puf, desde que era muy pequeño… Cuando yo hice la comunión ya estaba ahí vestido para la ocasión, con la baraja y diciendo lo de coge una carta (risas). Desde antes de mi comunión ya sabía hacer algo de magia. Y por qué magia… la verdad que no lo sé. Siempre me han preguntado si había alguien en mi familia que hiciera magia, pero que va, no había nadie. Me llamaban mucho la atención las barajas de cartas y que las cambiases y que aparecieran o desaparecieran cartas… Sí que un primo de mi madre me enseñó un juego, pero él no era mago ni nada, solo que se sabía un truco de cartas y me lo enseñó y dije… ¡qué chulo! Y luego todo eso evolucionó a base de libros que, aunque se puede aprender magia de muchas maneras, yo soy de la época en la que aprendías leyendo libros… ¡E imaginando! Porque ahora ves un vídeo y lo ves más fácil pero antes te lo leías y tenías que pensar como sería que algo pasase por arriba o por abajo. 

Entonces podemos considerar que ese truco fue tu primer contacto, ¿no?

Con una persona, cara a cara, de alguien que no era mago… sí. 

Dinos tu referente en la magia y por qué.

Uno solo es muy complicado, pero uno que me gusta mucho por la frescura que tiene, la forma que tiene de estar con el público, por ser una persona muy cercana y por el coco que tiene, que es súper inteligente, es Dani DaOrtiz. Siempre me ha gustado, de hecho, le llevo siguiendo hace muchos años, y es un mago jovencito para lo que hay, ¿no? No es un dinosaurio de la magia, es joven. Todo el mundo ha oído hablar de Tamariz, que sí es un dinosaurio, es un monstruo. Y ha sido un gran referente cuando era pequeño, porque le veías en la tele, en el 1, 2, 3 y alucinabas, pero a quien sigo, a quien sigo en sus conferencias, leo sus libros, pese a que uno solo es complicado, a Dani DaOrtiz y siempre que puedo voy a ver sus espectáculos.

En esto de la magia, sabemos que hay muchos tipos: cartas, ilusiones… ¿Cuál dominas o cuál prefieres?

Claro, aquí estamos hablando de la magia como entretenimiento, no el tarot, el echarte las cartas o magia antigua de Egipto y demás. Técnicamente está la magia de cerca y la de escenario. La de cerca es la que se hace muy muy cerquita, rodeado de gente y codo con codo o en salas muy pequeñas y la magia de escenario ya es la que ves de lejos. A mí particularmente me gusta la de cerca, porque estás ahí, lo vives, lo palpas, notas casi el sudor del mago que está a tu lado (risas). Esa es la que más me gusta. En escenario suelen ser más bien grandes ilusiones. Y desde la magia de cerca tenemos muchas opciones: con cartas, que yo soy cartomago desde que era pequeño, es lo más sencillo, con una baraja, ¿no? Sin trampa ni cartón… aunque las cartas son de cartón (risas). Y se pueden hacer trucos con cartas, monedas, cuerdas, cubiletes, cosas pequeñitas… Magia de cerca, al fin y al cabo, verlo y sentirlo. Porque en un escenario, verlo de lejos a través de una pantalla… Es para ver grandes ilusiones, no una baraja, a mí no me acaba de convencer.

¿Y no tiene más presión esa cercanía, que el estar en un escenario, lejos, en un plano superior al público, no es más cómodo? Quizá nosotros pensamos que ahí, un mago se puede esconder más.

No, yo hago magia de cerca y ha sido al revés, lo he ido evolucionando a magia de escenario, pero más magia de salón, 30 o 50 personas que lo pueden ver en vivo y directo, no a través de una pantalla. Sí puede que te dé presión pero yo siento la misma presión haciendo magia en el escenario o de cerca y me divierto igual, me lo paso igual de bien.

Santi Plaza. Foto: Mikel Masa

Cuéntanos cuál ha sido para ti la mejor y la peor experiencia con la magia.

¿Mejor experiencia? ¡Muchísimas! Siempre que actúo.

Pero una que te haya marcado más especialmente.

Quizá el actuar en teatro así un poco más grande. Y a lo mejor, la primera experiencia en la que actué para mucha gente. Desde adolescente actuaba para un público reducido, 10 o 12 personas y, cuando de repente pude actuar para 40, me causó mucha sensación, el ver tanta gente ahí mirándome y pendiente de mí. Fue una experiencia muy bonita y que me marcó mucho. Yo creo que esa es una de mis mejores experiencias, la primera vez que actué para mucha gente y luego claro, experiencias bonitas miles, porque hago magia en sitios muy bonitos: bodas, comuniones, la gente se ilusiona…

En la parte buena de las bodas, no haces magia en divorcios… (risas)

No, no (risas). Y experiencias malas yo creo que no he tenido ninguna, haciendo magia claro (risas). 

Eso es un lujo.

Que yo recuerde no.

A lo mejor la olvidas para que no te haga daño.

Será eso, que no me acuerdo, las tengo olvidadas (risas). Pero que recuerde no he tenido una mala experiencia, porque te dicen: ¿Te ha fallado algún juego? ¿Te ha fallado algo? Pero en realidad nunca ha fallado. Hago una magia muy sincera, yo lo que intento es hacer una comunión con el público, con la gente, es todo muy orgánico y no fallas es… ¡Otra forma de acabar el juego! (risas).

¿De dónde salen tus espectáculos? ¿Son creaciones propias?

Algunas cosas sí y otras no. La magia lleva siglos haciéndose, desde antes de los egipcios ya se hacía magia, entonces hay juegos que son evolución de otras cosas, hay juegos que he creado yo, que la verdad que me siento muy orgulloso de ellos, porque se me ocurre ¿y cómo hago esto? ¿cómo llevo este de A a B? Y le voy dando vueltas para ver cómo mágicamente puede salir esto. De mis espectáculos de teatro, casi todos los juegos que utilizo son creaciones mías y me enorgullece mucho. Luego claro, vienen de años. Hay cosas que son versiones y otras, clásicos de la magia que se llevan haciendo así toda la vida.

¿Tu mayor motivación para continuar y no estancarte?

Sí que ha habido momentos en que dices: uy me apetece hacer menos… Mi mayor motivación es crear, estar inventando siempre cosas, la creación.

¿Alguna vez te has planteado ser profesor en esto de la magia?

Sí. De hecho, he impartido algunos cursos y talleres en Ayuntamientos o en pueblos. Todo lo que sea enseñar… Es una pena que los conocimientos se pierdan, a veces lo pienso y digo: este juego que he creado yo, que lo he creado para mí, y no sabe nadie cómo se hace, cuál es el secreto… ¿Cómo puedo hacer? Ahí a veces pienso en decírselo a Jaime, que es mi hijo. Sí me gusta enseñar.

¿En qué momentos prefieres, o dónde, hacer magia y por qué?

¡Momentos… cualquiera es bueno para hacer magia! (risas). Hasta en un tanatorio o en un funeral, que lo he hecho.

¡Madre mía!

Sí, sí. Entre amigos. Me decían ya que estamos aquí, haz algo para divertirnos. Que ya sabes que, en los tanatorios, aunque parece que no… ¡Luego la gente cuenta chistes! Es donde están los sentimientos más a flor de piel, las mayores emociones, pasas del llanto a la risa a toda velocidad, entonces… Cualquier lugar es bueno para hacer magia, hasta en un tanatorio. Pero donde más me gusta, en la magia de cerca, me gusta que la gente esté muy cerquita, que lo vean bien, que todo el mundo disfruto y, sobre todo, que todos salgamos sintiendo que hemos vivido una experiencia, porque mi magia es muy participativa, me encanta que la gente se anime.

¿Planes de futuro?

Sí y los tengo en mente (risas). Ya digo que lo que más me gusta es crear, no estancarme y hacer siempre lo mismo, aunque hay juegos que siempre haces que son de toda la vida. Lo último, que llevo mucho tiempo dándole vueltas, a parte que he creado un Escape Room, que va a un poco relacionado con la magia, estoy preparando un espectáculo muy misterioso, aunque ya tengo uno de misterio que se llama Secrets, pero un espectáculo de magia con otra vuelta atrás, no que sea terror, pero sí con suspense y un punto tirando a miedo. Quiero combinar la magia con ese miedo, ¿no? Meternos en el mundo paranormal, que siempre nos llama mucho la atención y da respeto… ¡Y ya no cuento más, habrá que verlo!

Sí, pinta muy bien, te seguiremos y estaremos atentos para ir a verlo. ¿Qué consejo darías a alguien que quiere empezar en esto?

Que lea, que estudie y que practique. Leer, estudiar y practicar.

Y que tenga muchos amigos para practicar con ellos (risas).

Sí hay que tener muchos amigos y que no se cansen de serlo (risas).

¿De no haber sido mago, que otro palo te hubiese gustado tocar?

¿De no haber sido mago?

Algo que se te haya quedado en el tintero…

¡Ah, sí! Arqueólogo. (risas) Lo tengo pendiente, no creas. Siempre me ha llamado la atención. Igual también está un poco relacionado con la magia, por descubrir cosas antiguas, misterios, secretos, cosas que están ocultas…

¿Dónde podemos ir a verte para verte actuar?

Ahora mismo, para Halloween, en Sojo Laboratorio Teatral, en la Puerta de Toledo. Y en el teatro actúo por lo menos una vez o dos al mes, el resto suelo hacer eventos privados, que me contraten que la gente queda muy contenta y muy encantada (risas). 

Pues nos has resuelto un poco la duda que venía a continuación. ¿Qué le dices al público para que vaya a verte? 

¡Que vayan a verme! (risas). La gente que vaya al teatro, a ver lo que sea, porque así se vive la vida de otra manera, cualquier tipo de espectáculo es bueno. Pero si van a ver magia, y si van a verme a mí, mejor porque van a salir sorprendidos. Siempre digo que cuando sales de un espectáculo de magia mío, sales de otra manera. Y sales distinto porque no te quedas mirándolo y vas a aplaudir y qué bonito y ya está. ¡No! Quien va a verme participa y se queda en comunión con otra gente del público, luego se hacen amigos unos con otros (risas). 

¿Pero no salen de otra manera porque con un truco les hayas quitado un billete, o el reloj, la cartera…?

No, no (risas). Salen diciendo: ¡Anda, yo no sabía que esto lo podía hacer yo! Porque como participan… Es una muy buena experiencia. La magia es eso, un camino que te lleva a ver la vida o las cosas de otra manera que no pensabas que podían ser así. Se salen de la realidad de lo que sabemos o pensamos, o tenemos cuadriculado en la cabeza, la magia te lleva a otra dimensión.

Era un poco lo que venía ahora… Qué se comenta, ¿qué comenta la gente al salir de tu show?

¡Vaya me estoy adelantando! (risas). Básicamente oigo los ¿Cómo es posible? Y que es increíble. Una vez un señor me dijo, un señor que era juez, que había visto mi espectáculo y sí, que era muy bonito y estaba encantado. Salía convencido de haber visto algo mágico. Pero me dijo que claro, si lo pensaba fríamente, no podía suponer que lo que había ocurrido había sido sobrenatural, porque entonces tendría que renunciar a todas sus creencias. Se iba sorprendido porque sentía que había visto magia, pero a la vez descolocado, porque su cabeza le decía que era un imposible.

¡Qué bonito! 

Sí, fue maravilloso.

Lo último y quizá más importante… ¿Cómo conectar? ¿Cuáles son tus canales de contacto?

En Instagram o Facebook como Santi Plaza Magia, es lo más fácil. Pero vamos, por Instagram es lo más fácil, ahí está para que lo vea todo el mundo.

Estaremos atentos a tus redes sociales. Muchísimas gracias por tu tiempo y por tus palabras.

Muchas gracias a ti señorita Vero Aguilera (risas).


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