En el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid se presenta una exposición que no solo desafía el espacio físico entre las obras de arte, sino también las fronteras entre los conceptos y las emociones que estas evocan. Titulada La Distancia entre A y B es la misma que entre B y A, esta muestra invita al espectador a un viaje a través de la creatividad y el diálogo constante entre colecciones que, a primera vista, podrían parecer mundos aparte.
La exposición, curada por Bea Espejo y disponible hasta el 8 de junio de 2024, es un fascinante diálogo entre la Colección Municipal Arte Contemporáneo del Ayuntamiento de Madrid y la Colección Mariano Yera. Representa una oportunidad única de explorar las intersecciones entre el coleccionismo público y privado, entre diversas formas de coleccionar, y entre conceptos tan variados como la geometría, la réplica, lo figurativo y lo abstracto.
El proyecto se sumerge en el universo de los pequeños gestos y las ligeras contradicciones, explorando cómo los detalles tanto nos diferencian como nos unen. A través de saltos temporales, asociaciones estéticas, diálogos internos y caprichos del azar, la exposición narra una historia de la pintura que es tanto personal como universal. La curadora Bea Espejo ha diseñado la exposición como si fuera una modista: confeccionando un relato a partir de intuiciones, seleccionando cuidadosamente las obras y poniéndolas en relación unas con otras para revelar mensajes ocultos y conexiones inesperadas.
Esta muestra no solo rinde homenaje a la creatividad de los artistas, sino que también destaca cómo la imaginación crea mundos y cómo estos cobran sentido a través de nuestra interpretación. Es un recordatorio de que, en el arte, el viaje de ida y vuelta entre A y B (y de B a A) está lleno de descubrimientos, dilemas y proezas donde el pensamiento se transforma en idea, la idea en imagen, y la imagen en un mensaje que trasciende el tiempo y el espacio.
La Distancia entre A y B es la misma que entre B y A es, en esencia, una invitación a mirar más allá de lo obvio, a encontrar la belleza en las contradicciones y a celebrar el proceso creativo en todas sus formas. Al visitar esta exposición, los espectadores se embarcan en un viaje introspectivo y reflexivo, donde cada obra sirve como un espejo de sus propias experiencias, emociones y pensamientos. La entrada es gratuita, por lo que es una oportunidad imperdible para aquellos en Madrid que buscan sumergirse en el mundo del arte contemporáneo y explorar las infinitas posibilidades que ofrece la creatividad humana.
Ventura Rodríguez