¿Alguien cree que sería capaz de disfrutar de los 5 continentes en tan sólo unas cuatro horas? WAH Show Madrid nos da la fabulosa oportunidad de hacerlo. WAH es sinónimo de experiencia, adentrarse en una aventura inmersiva para todos los sentidos. Ya desde su inicio, nada más cruzar sus puertas nos enamoramos. Un misterioso camino que te embruja, abre paso a una fantasía. Un espectáculo lleno de luces, sonido, colores, intensidad y gran ambiente en todo el recinto, que hará las delicias de sus invitados. Y especialmente eso… ¡Delicias! Ya que será lo primero que podrá degustar todo el que lo desee, en un espacio que recorre las diferentes culturas gastronómicas, desde la oriental con su rico sushi; a la mexicana con sus tacos; o la nuestra, la española, con el sabroso jamón y queso ibéricos. Todo ello acompañado de una coctelería inmejorable y exquisita, que caldeará los ánimos de todos los asistentes antes del espectáculo. Si todo esto no fuese suficiente… Hubo algo que a mí particularmente me pareció una genialidad. ¿Cuál es uno de los mayores placeres de ir al cine? Para mi gusto, poder ver una película mientras tomas un buen refresco con un gran bol de palomitas, ¿no? WAH Show nos brinda la misma opción. Durante todo el espectáculo, se podrá consumir, para ello, recomendamos una de las entradas de mesa, unas vistas privilegiadas del escenario, un cómodo sillón y servicio de camareros en mesa. En definitiva, todo un lujo.
Como ya digo, la previa es impresionante, pero comenzado el show, descubrimos que es apoteósico del todo. Wah habla de la lucha por la música, habla de un Madrid sin restricciones por ninguna melodía: una batalla por la libertad. Una fusión de estilos, incluyendo ópera, flamenco, rock… Con una calidad vocal magnífica, envidia de cualquier escenario, una puesta en escena abrumadora y un nivel instrumental o una precisión que dejaba la boca abierta, solo pudimos emocionarnos una y otra vez. Quizá parezca fácil que un texto de una obra de teatro entusiasme y consiga hasta las mayores lágrimas de éxtasis… Pero durante la sesión, ocurrió lo mismo sin necesidad de texto, sentimos las mismas emociones y lloramos de igual manera. Fue tal la intensidad que era imposible permanecer sentado: levantarse y bailar era la mejor opción. Y si no lo hacías, al terminar el espectáculo, ya se encargaban los propios integrantes del elenco de que lo hiciéramos: pasearon tocando y bailando entre el público con una facilidad digna de apreciar.
Por si todo esto no fuera suficiente motivo para agendar una cita con WAH, al finalizar el show… ¡Sigue la fiesta! Pequeños números, Dj y una coctelería que no cesa continúan la fiesta sin descanso. Acudimos un domingo por la mañana y nos fuimos de allí con un subidón propio de una noche loca de sábado, increíble.
Todo esto no había sido posible sin el trabajo de Miguel Deparamo, cofundador y director creativo de WAH, al que tuvimos el honor de saludar y con el que disfrutamos de todo el día, puesto que fue una suerte tenerle sentado justo a nuestro lado. Miguel estuvo encantador, atendiéndonos con todo su cariño.
Sin duda, el día no pudo ser más redondo. WAH te emociona, te carga las pilas y te revitaliza. En cuanto notemos el más mínimo bajón, ¡allí estaremos de nuevo para bailar como locos!
Feria de Madrid