Como bien rezan los diccionarios, un hangar no es más que un «cobertizo grande de los aeródromos destinado a guarecer los aviones de la intemperie». Y el título de este espectáculo no puede ser más acertado, dada la envergadura del espacio escénico del que se dispone en los pabellones de IFEMA. Pero no olvidemos que un hangar sirve para guardar aviones… Salvador Vicent, en este caso, guarda en ese preciado hangar algunos de sus tesoros y sus inmejorables creaciones, aunque antes de hablar de eso primero os contaré quién es esta persona de la que hablo: Salvador, no es ni más ni menos, que el mejor mago del mundo a día de hoy. El artista, en su espectáculo y ante la atenta mirada de unos niños, contó con gran cariño que tomó su nombre artístico de una bonita historia familiar: su abuelo fue herrero, el cual trabajaba sobre un yunque, que la madre del artista conservó en su propia casa. Todos los amigos de este, al querer visitarle, hablaban de ir a casa de yunque y de ahí nació el que sería ese apodo tan conocido a nivel mundial.
Nacido el 23 de agosto de 1975, en La Villavela, Castellón, Salvador Vicent admira la magia desde su niñez y tan sólo con 7 años, empieza a investigar y a recorrer el asombroso mundo del ilusionismo, aunque sería con 19 años cuando despegaría plenamente en su carrera. Desde entonces, ha participado en numerosos programas de televisión, ha sido Campeón de España de magia, tuvo una Mención de Honor de La Familia Real de Mónaco y logró el Premio Mundial de la Magia: Oráculo de Oro 2016. Propietario del museo y café-teatro, Magic Museum by Yunke, fundado en Peñiscola, en su tierra, este artista ha conseguido sorprender al propio David Copperfield con sus creaciones.
El gran mago Yunke nos presenta, desde el 1 de diciembre hasta únicamente el 8 de enero, el mayor espectáculo de ilusionismo a nivel internacional. IFEMA es la encargada de acoger un show con el que es imposible mantenerse quieto en la silla: tensión, nerviosismo, expectación y admiración a partes iguales, regarán el ambiente entre cada uno de los asistentes al evento. Efectos sonoros y visuales acompañan a una puesta en escena asombrosa. Máquinas vertiginosas, altura y artilugios que parecen sacados de una película de ficción, serán los protagonistas de números de magia impensables e imposibles. Sólo alguien con la trayectoria del propio Yunke, sería capaz de desarrollar un espectáculo de esta inmensidad. Como él mismo comentó durante el final del show, todo lo que se puede degustar en Hangar 52 son creaciones propias del mago, la culminación de toda una vida y de su carrera. Se trata de uno de los espectáculos más apoteósicos de magia e ilusionismo que se puede disfrutar en el mundo en este momento. Con un aplomo digno de admirar, un saber estar en escena y gran comodidad entre el público, Yunke nos dejó impresionados con su brillante creación.
No podemos dejar pasar la ocasión de agradecer a Yunke su amabilidad al atendernos y facilitarnos en todo momento nuestro trabajo para haceros llegar esta propuesta.
Acercarse a paladear Hangar 52 no sólo merece la pena por sus trucos, si no por las historias que allí se cuentan, que nos hacen salir con un poquito más de saber, sino también por la exposición de maquinaria empleada en el propio show o en otros del artista. Maravilla pura para disfrutar en pareja, con amigos, en familia… todo tipo de público es apto para este tiburón del escenario. Ah, y si sois capaces de cerrar la boca… ¡IFEMA nos brinda la oportunidad de comer unas ricas palomitas o unos refrescos en lo que dura la magia!
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