Un coro es una agrupación de personas que cantan simultáneamente una misma pieza musical o parte de ella. Ya de por sí, escuchar ese número de voces, empastando a la perfección con gran armonía es toda una delicia para los oídos. Pero… ¿Qué sucede cuando ese coro está compuesto por niños? Con sus tonalidades dulces e inocentes son capaces de ablandar las almas. Sabiendo todo esto, si aún rizamos más el rizo y agregamos que, dicha formación musical pueda estar compuesta por jóvenes que viven en un internado, rodeados de las más estrictas normas y medidas disciplinarias y, pese a todo, recitan unidos como escape a todo ese mundo, el placer y honor de oírlos será supremo.
Hace unos días tuve el inmenso privilegio de asistir al mágico acontecimiento que se da entre las butacas y muros del Teatro de La Latina de Madrid. Un musical que provoca la emoción de cada uno de sus asistentes, que no deja indiferente a absolutamente nadie y que hace palpitar a todo el público con cada representación: Los Chicos del Coro es una fantástica historia sobre unos niños muy rebeldes que sólo necesitan cariño y tiempo.
Clément Mathieu es un profesor de música retirado que, buscando un empleo, acaba en el internado Fondo del Estanque, como vigilante sustituto de numerosos muchachos más que problemáticos que le devolverán la ilusión por la melodía. Serán sus métodos, su dedicación, su manera de entenderlos y de ayudarlos, lo que hará que estos chicos acaben formando una famosa coral. Mathieu fue interpretado con soberana maestría por un fabuloso Jesús Castejón que llenaba el escenario con sus emociones y que nos hizo vibrar a absolutamente todos con su trabajo en escena. Este profesor bonachón, lidiará de constante con las estrictas normal del director del centro, el Sr. Rachin, a quien da vida de una manera brillante Rafa Castejón, y no lo digo yo únicamente ya que ha sido galardonado en los premios MET como mejor actor de reparto 2022. Y no sólo estos dos grandes serán los que hagan posible esta fantasía, ya que son acompañados por un reparto inmejorable: Natalia Millán con su magistral profesionalidad y experiencia en el mundo musical, nos regala un personaje muy entrañable y de lo más especial, Violette Morhange, madre de un miembro muy especial de este coro; una cómica, divertida y aplaudidísima Eva Diago con una deliciosa voz, encarnado a la Profesora Langlois; Antonio M M como el querido Tío Maxence, con un desarrollo encantador y carismático; o una de las personas que me dejó con la boca más abierta, Iván Clemente que representa a Pascal Mondain y que llenaba por completo cada rincón del teatro con su atronador chorro de voz inigualable.
¡Qué decir de los chicos y chicas que enriquecen estas funciones! 75 niños y niñas impresionantes con unos colores en las voces deliciosos y con gran coordinación y disciplina en el escenario. Sencillamente extraordinarios, desde el más pequeñín al mayor. Gracias a la música y a la dedicación de Clément Mathieu, estos muchachos empezarán a creer en la bondad, en el compañerismo y, simplemente, en el amor.
Un musical que lleva ya cuatro merecidísimos premios MET: el que comentaba de Rafa Castejón, mejor diseño de iluminación 2022, mejor diseño de escenografía 2022 y mejor musical 2022. Bajo mi opinión, es de lo más bonito visto hasta ahora, con sus puntos de humor y, por supuesto, con el ingrediente de calidad humana y dedicación entre las líneas de su historia. Recomendado sin lugar a dudas. Cita obligada.
Brillante. Solamente eso.