Hay tópicos en la vida que empiezan por eso mismo y acaban convirtiéndose en algo acérrimo en lo que creer a pies juntillas. Los hay de muchos tipos y clases, aunque también los hay literarios, pero esos hay que considerarlos en mayor medida. Por ejemplo, está el de los abogados, que son gente seria y formal o el de las rubias, que las malas lenguas dicen que son tontas. Y después de deleitarme con el espectáculo del que vengo a hablaros hoy ya no me creo ninguno de estos.
Una rubia muy Legal es un musical lleno de ritmo y energía positiva que recientemente ha aterrizado en Madrid tras haber pasado por Broadway o haber recorrido el West End. Muchos son los espectadores que han bailado al compás de sus canciones y muchos los premios recibidos, pero esta adaptación de la película original estrenada en 2001 con el mismo título, viene pisando fuerte a todas sus versiones anteriores. Bailarines perfectamente acompasados ejecutando coreografías vertiginosas, calidad vocal digna de los mejores tímpanos e intérpretes espléndidos en su labor conforman una auténtica maravilla escénica para todos los públicos.
Lucía Ambrosini interpreta con exquisita brillantez y derroche de talento a Elle Woods, la estrella protagonista del musical. Una delicada joven de Malibú, presidenta de la Asociación de Estudiantes Femeninas de Delta Nu, muy coqueta, sonriente y muy… ¡Rosa! Ricky Merino encarna impresionantemente al apuesto novio de la muchacha: Warner Huntington III. Ella cree que ha llegado el momento decisivo en su relación, el siguiente paso, el instante en que Warner le pedirá que se case con él. Pero nada más lejos de la realidad. Él quiere un cambio sí, pero sin ella ya que desea a alguien mucho más formal junto a él que encaje a la perfección con su futuro ya que va a iniciar sus estudios como abogado en Harvard. ¡Vaya fracaso para Elle!… ¡O no! Si ella fuese a Harvard y se volviese formal, ¿Warner volvería con ella y sería su sueño el que se hiciera realidad? ¡Dicho y hecho! La intrépida Elle hará todo lo que esté en su mano para recuperar a su amor perdido enfrentándose a todo lo que se ponga en su paso, siempre acompañada de sus inseparables Delta Nu: Serena, Margot y Pilar, interpretadas deliciosamente por Alba Sáiz, Paula Díaz y Stella Kablan.
La historia se irá complicando muchísimo más, ya que Warner tiene nueva novia, la mucho más formal Vivienne, a quien da vida la fabulosa Flor Lopardo, y su profesor es un hueso duro de roer, Callahan… José Navar se encarga de este personaje que dará mucha guerra, con una actuación fantástica. Aunque no todo van a ser malas noticias. En su aventura, Elle hará acopio de buenos amigos, como Emmett Forrest, a cargo del espectacular talento de Íñigo Etayo, o la dulce peluquera, Paulette Buonofonte, llevada a la escena con gran genialidad por Maia Contreras.
Poco a poco, la Rubia Legal se irá haciendo paso en un mundo lleno de tiburones y dejará su propia marca y estilo, defendiendo con arrojo y coraje a todos aquellos que lo merezcan, como la reina del fitness Brooke Wyndham, que dejará en manos de la estudiante de derecho su libertad o condena. Personaje encarnado por Paule Mallagarai que nos dejó estupefactos con bailes imposibles y una forma física envidiable.
¡Cómo se me pasaba por alto! No nos olvidemos de Bruiser Woods, el compañero de viaje de Elle, un exquisito y adorable chihuahua que da el toque más dulce a este show, junto al perrito negro de Paulette, otro participante entrañable de cuatro patas que cruzaba el escenario con una soltura chispeante.
Acompañados por un cuerpo de baile de infarto, los protagonistas de este montaje dejan pegado a la silla a cualquiera que acuda a verlos. ¿Es posible que dos horas y media pasen tan rápido? Avance frenético por una historia que atrapa, en la que no dejan de sucederse acontecimientos y en la que no dejamos de conocer personajes.
Acierto absoluto, visita obligada, disfrute asegurado.
La Latina