Más vale solo que ciento volando

Un refrán es una frase de origen popular, repetida tradicionalmente y en la cual se expresa un pensamiento moral, un consejo o una enseñanza. Normalmente suele estar estructurada en verso y rima en asonancia o consonancia. Y, si bien es cierto que el refranero español es muy amplio, los más conocidos son solo unos pocos. Uno de ellos, más vale pájaro en mano que ciento volando, podría haber sido la inspiración de espectáculo del que hoy vengo a hablaros. O quizá más vale solo que mal acompañado. Sea como fuere, el artista deja mucho a entrever para darnos pistas.

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Más vale solo que ciento volando, reloaded es un show de humor, cargado de risa, música e interpretación. Un montaje en el que, pudiera ser, el protagonista decide quedarse con todos esos pájaros que andan volando en su cabeza y solo, plasmarlos en un monólogo divertido y muy suyo. Un intérprete, colmado de ideas, que está arrasando con su más vale solo y, a su vez, llenando el escenario y el teatro.

Edu Soto, gran artista multidisciplinar, regresa con las pilas cargadas, los motores a punto y con su espectáculo más loco, donde la improvisación, la danza, el humor o el feed back con el público se vuelven desternillantes. Noventa minutos de hilarante show que son prueba evidente del talento sobre las tablas. Un hombre al que nada se le pone por delante, al que ningún proyecto se le resiste y que actúa, canta o baila si es necesario… Y bien.

Tengo que admitir que, para mí, uno de los momentos clave fue uno de sus personajes en escena, conocido por ser el culpable de la expulsión de un rival en un concurso de humor. Quizá esto no os diga nada, pero si ahondáis más en la cuestión, solo diré que la clave es la danza.

Foto: Mikel MASA

En la pequeña pantalla, en el cine, protagonizando musicales muy taquilleros, cantando e imitando en programas de televisión y ahora… En vivo y en directo. El catalán nos regala esta aventura que colma de carcajadas las butacas del Teatro de La Latina de Madrid.

Público entregado a todo lo que se le pidiera, por alocado que fuese. Y eso solo puede ser culpa de un motivo: si lo estás pasando bien, continúas la fiesta cueste lo que cueste. Escasas son las funciones que quedan para deleitarse con Más vale solo que ciento volando, así que, quizá sería conveniente que no os lo perdierais, al menos es mi consejo.


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