Imbécil: dícese de aquella persona que es poco inteligente o que se comporta con poca razón. El significado original de esta palabra está muy lejos del actual, puesto que su origen se remonta al latín: im-baculus, es decir, se usaba para denominar a aquellos que caminaban con bastón, a los débiles que necesitaban apoyo para poder andar. Pero, poco a poco, el sentido fue variando hasta lo que hoy conocemos como insulto. Con ese término, arrancamos el tema del que hoy vengo a tratar.
Imbécil es el espectáculo más divertido e inteligente, pese a todo lo que su título podía suponer, del artista gaditano Álex O’Dogherty. Un montaje que arrasa en su quinta y última temporada, como reza el cartel que corona el evento. El monologuista regala en el show, una serie de disparatados conocimientos, que enriquecen el saber y alegran con la gracia con la que son explicados. Una muestra tangible del talento del protagonista que exhibe sus habilidades demostrando ser todo lo contrario a un imbécil.
Pero… ¿Y quién es Álex O’Dogherty? Si es que alguien, a día de hoy, aún no lo sabe. Actor y humorista español, más concretamente de San Fernando, en Cádiz, que acumula más de 25 años de exitosa carrera. Monologuista al que hemos podido degustar en el cine, en numerosas ocasiones, en la pequeña pantalla, llenando teatros con su hilarante humor, en la radio, presentando eventos, dirigiendo algún que otro proyecto o incluso en su carrera musical, ya sea como intérprete o compositor. Absolutamente completo en estas disciplinas artísticas, el de San Fernando triunfa con sus disparatadas creaciones.
Risas, muchas risas era lo que podía escucharse entre las paredes del Teatro Capitol Gran Vía. Un espectáculo en el que aprender; divertirse; beber y comer, porque en esa sala se puede; entender con coherencia cómo se siente o se puede sentir el protagonista del show, ante según qué críticas o mensajes de personas que se han sentido ofendidas por lo que han visto; cantar; medir el grado de su éxito con cifras exactas y golpes de risa del público y, por qué no, adquirir algunos souvenirs del momento. Sí, como lo leéis. Álex O’Dogherty hizo gala de varias de sus cómicas creaciones, obsequiándonos con unos maravillosos momentos publicitarios, reunidas en la página Cosas de esas, como un metro de bolsillo, un juego de insultos arcaicos, camisetas o una tarjeta de memoria donde disfrutar de todos sus mejores momentos. Eso sí, siempre en tono de humor.
Al finalizar el alocado y exitoso espectáculo, el artista tuvo el fantástico detalle de dedicarle tiempo a sus fans y realizarse fotos con ellos. Da gusto observar cómo alguien tan talentoso e inteligente posee una calidad humana como la que demostró. Interacción con el público, minutos que vuelan al disfrutarlos, sonoras carcajadas y sonrisas de satisfacción a la salida, son algunos de los ingredientes de este montaje, que finalizará sus amenas noches de sábado en la sala para el mes de enero.
Entre lo que ríes y lo que aprendes, no ir es de ser un imbécil.
Callao