Por Laura B. Abellán. Relato seleccionado para el domingo, 24 de mayo de 2020, en el I Concurso de Microrrelatos «Hoy Madrid». Foto de Archivaldo en Wikimedia Commons.
7/04/2013. INT. NOCHE. Una que recuerdo bien. No solo era mi 22 cumpleaños; aquel sería, además, el primero de muchos en Madrid.
También recuerdo el día siguiente, en aquella terraza del Montaditos de Atocha, que no sé ni si sigue porque ya no vivo allí. Estaba Marina, pero también Raquel y Sara; ellas, las del regalo inolvidable, que seguían sorprendiéndome, esta vez, con una tarta de gominolas. Ahí estallé, feliz, y les solté la bomba. Que mi cabeza aún estaba llena de clamores; de los de aquella sala homónima del centro de Madrid.
Habíamos ido a un concierto de Leiva, pero lo mejor fue después, cuando lo dimos todo en la tarima de Clamores. Y él estaba allí, con Quique González y César Pop. Incluso, fumé con Miss Cafeína, mucho antes de saber realmente cómo sonaban.
Puedo entender lo de encontrarte a tus ídolos. Es la capital y estábamos en el meollo, vale. Pero que sea justo en tu cumpleaños; eso ya es fantasía, no casualidad. Ahí me di cuenta de que algo pasaba con Madrid. Será su aire, será su gente, será su ritmo, pero de verdad que aquella noche, Madrid me mató. Pero de amor del bueno.