La palabra hebrea Mayumanut significa habilidad o destreza y sobre ella hablaremos hoy. En el mundo de las artes, el talento natural es algo muy valorado, pero también el esfuerzo, la dedicación y, como ese término anterior, la habilidad y destreza. Mucho más lo es en el caso del espectáculo que hoy nos concierne. La compañía internacional más aclamada del mundo y protagonista de este montaje, en sus inicios, fue fundada en Israel por Boaz Berman y el productor Roy Oferen en 1997 (pero la idea surgió en 1996) en Tel-Aviv, Israel. Un concepto revolucionario que daría la vuelta al mundo deleitando a todos los espectadores y espectadoras con sus incansables melodías y sus frenéticos ritmos.
Mayumana pisa muy fuerte en la capital contando la inigualable historia la de vida, basada en movimiento, musicalidad de percusión, sobre todo, y escenografía. Una explosión creativa de consonancia y energía que consigue contagiarse a los asistentes desde el minuto uno del show, es lo que nos regala Impulso, la última creación de un conjunto aclamado a nivel mundial.
El espectador disfrutará de un éxtasis donde la música trasciende las barreras preestablecidas y convencionales, puesto que marca clave de la compañía es su especial facilidad para ejecutar sonidos y melodías con artilugios y objetos cotidianos. Agua, vasos, una mesa, tubos, cubos de basura… Son algunas de las piezas con las que elaborar pegadizas notas y vertiginosos compases.
Aderezado con un elenco perfectamente coordinado, de altas capacidades para el desarrollo del espectáculo, con asombrosas coreografías y movimientos sin descanso y un toque de humor que siempre encandila a todos los públicos, Impulso está causando las mejores impresiones en los que se aventuran a visitar el Teatro EDP Gran Vía, ya que es apto para todas las edades.
Esta experiencia única te transportará a un viaje sensorial donde los sonidos más inesperados cobran vida. Transformar lo ordinario en extraordinario es su mayor virtud. El conjunto explora las distintas emociones, así como los más variados géneros musicales, desde ritmos africanos tradicionales y primitivos, hasta los más modernos y estridentes de carácter electrónico.
Percusión en estado puro, sincronía y melodías en las que todo sirve para crear, incluido el propio cuerpo humano, conforman este evento que continúa reuniendo a las masas desde 1996, para narrar sus historias a través de la música y el humor más chispeante.
Tan sólo un mes resta de poder disfrutarlo, incluso menos, ya que finalizan su estancia en la capital para finales de este mes de mayo. Y sabemos que, como dice el dicho, la primavera la sangre altera, pero mejor que sea Mayumana la que ponga de punta tus sentidos.
Santo Domingo