Desgracias, enfermedades, accidentes, catástrofes, virus… Muchísimos son los motivos por los cuales aislarnos por segundos de la sociedad bulliciosa y estrepitosa en la que hoy día vivimos. Cierto es que contamos con numerosos beneficios propios de la época, evolución humana, concienciación… Pero al final lo que queda por encima de la montaña, la cúspide y lo que se recuerda, lamentablemente son los hechos infelices, ya que es lo que mancha nuestro recuerdo, nos deja marca y nos permite evolucionar sobre un punto de inflexión. Pues, ya que no podemos hacer más que lidiar con el día a día vertiginoso propio de las grandes ciudades, por qué no tomarlo con humor. ¿Por qué no focalizarnos en lo positivo y en la comicidad que nos endulzan la existencia?
Hablar de humor y de melodramas es evocarnos hacia el recuerdo del gran dramaturgo Moliere, ampliamente considerado como uno de los mejores escritores de la lengua francesa y de la literatura universal. Sus trabajos existentes incluyen comedias, farsas, tragicomedias… Traducidas a incontables lenguas, que ya causaron revolución en su tiempo y lo siguen haciendo en la actualidad. Como es el caso de El Enfermo Imaginario, una obra maestra de la comedia clásica que ha perdurado a lo largo de los siglos por su brillantez y su atemporalidad. Escrita en el siglo XVII, sigue siendo relevante en la actualidad por su aguda crítica a la hipocresía, la vanidad y la ignorancia, temas que resuenan en la sociedad contemporánea.
Con un reparto fantástico que no tiene nada que envidiar de las grandes producciones de la mismísima Gran Vía, el maravilloso Corral de Cervantes de Madrid nos deleita con este clásico transportando al público a hechos anteriores que bien podrían pertenecer al mismo presente. Este espacio de ocio y cultura, nos traslada a un corral de comedias del Siglo de Oro, para volver a hacer vibrar a todos los asistentes con un ambiente que encandila, enamora y reproduce el teatro clásico con un gusto de lo más exquisito. Y no sólo textos dramáticos, sino poesía o danza empapan la estancia del Corral, enriqueciendo siempre a su audiencia.
En el distrito de Arganzuela, revivir uno de los textos más conocidos de Moliere puede ser la mejor de las elecciones. El enfermo imaginario narra la trama que gira en torno a Argán, un hipocondríaco obsesionado con su salud que se convierte en el blanco perfecto de las burlas de su entorno, tanto de los médicos, como de los criados que lo rodean. Una sátira con la que criticar a todos aquellos y aquellas que se dejan llevar por las supersticiones, charlatanería y consejos ajenos, antes que confiar en los buenos métodos de la medicina y la razón, a través de situaciones cómicas y diálogos ingeniosos, que nos llevan a la reflexión más profunda.
Apenas un mes más para paladear este título clásico con el que el autor nos invita a reflexionar sobre la fragilidad de la condición humana y la necesidad de enfrentar nuestros miedos y prejuicios. Y es que la risa puede ser un poderoso instrumento para desenmascarar las falsedades y las injusticias de la sociedad. ¿En qué lugar mejor que en el espléndido Corral de cervantes?
Legazpi