Llega septiembre y con él la temida o esperada llegada de la vuelta al cole. Muchos son los niños que están deseosos de volver a sus aulas, reencontrarse con sus compañeros y continuar con su aprendizaje. Otros, sin embargo, ven con terror como se acerca la fecha del retorno, el fin de la libertad y las nuevas responsabilidades. Todo depende el prisma con el que se miren las cosas. Pero ojo, nos son solo los muchachos los que generan sentimientos e inquietudes ante un hecho como este, ya que también se hace palpable en los propios padres. Algunos, ansiosos de desprenderse de sus hijos y sentir que vuelven a respirar sin ellos, porque tristemente esto pasa. Y, por el contrario, los hay que ven con pena esa situación, ya que eso supone pasar menos tiempo con los chicos o no disfrutarlos todo el día. Y una vez la rueda se pone en marcha y comienza a girar nuevamente llegan las alegrías y los encontronazos, porque padres y profesores puede ser cómplices en la educación de los jóvenes o claros enemigos dispuestos a ganar una batalla.
La Profesora es un montaje que narra los encontronazos de un padre lleno de angustia y dificultades con su hija Daniela y una maestra que, con la vida resuelta y a punto de jubilarse, ahora alberga unos miedos que no le permiten ser feliz. Ortiz, a quien da vida el conocidísimo actor Marcial Álvarez con pleno dominio de su personaje, es un pescadero al cargo de su hija que acude a la escuela para una tutoría, en busca de respuestas y soluciones sobre los problemas que incumben a la muchacha. Desbordado, estresado y sin apenas saber cómo actuar, tendrá que hacer frente a los nuevos retos que se le presentan. América Alcalá, por el contrario, es la encargada de dicha tutoría, la profesora de Daniela. Isabel Ordaz interpreta a esa mujer de casi sesenta y cinco años, que poco le queda para retirarse y que tiene un miedo atroz a la soledad. Con sus hijos viviendo fuera, viuda hace no demasiado y con una mala relación con su hija que hace que lleven 3 años sin hablarse, se centra en su trabajo, volcándose de pleno en ayudar a la joven llegando a vincularse, quizá demasiado, con ella, con la situación… y con su padre.
El Teatro Bellas Artes acoge, en sus últimas funciones, este espectáculo sobre una relación entre un hombre y una mujer que pasan de ser polos opuestos, que no se toleran, a unirse por una causa que los precipitará a un remolino de sensaciones y emociones tales como la atracción o la complicidad. Una comedia con una protagonista adolescente cargada de drama, abordando temas como el bullying, la identidad sexual o el fracaso escolar. Risas entre pellizcos en el estómago que no dejarán indiferente a nadie.
Banco de España