Éxito: aquel resultado especialmente feliz tras emprender un proyecto, acción o suceso. Algo así podríamos describir s hablásemos de dicha palabra, pero… ¿Cómo se mide ese éxito? ¿Cómo se sabe si realmente lo has logrado? En según qué ámbitos puede ser tangible: ganando una carrera, graduándote de ciertos estudios… Son cuestiones finitas en las que podemos palpar ese logro. Pero… ¿Cómo saber si rozas el éxito en tu profesión? ¿Cuál es el método para determinar que un actor o actriz están en la cima de la cumbre y que, por fin, lo consiguieron?
Éxito es una comedia que trata cuestiones mucho más serias de lo que parecen a través del humor, la risa y el entretenimiento. Tirso Calero, el autor y director, vuelve a pasear su talento por los teatros con este montaje que no deja indiferente a nadie.
Claudia Bassols será la encargada de dar vida al personaje de Loreto Miralles, una actriz venida a menos, a la que muy pocas personas recuerdan ya, con ansias de triunfar en su carrera y de encumbrar la cúspide. Dispuesta a todo y tras innumerables trabajos, que nada tiene que ver con su profesión, encontrará dar con el mecanismo adecuado para obtener aquello que tanto desea: el éxito. Loreto pondrá el ojo en Tián de Pascual, actor que interpreta al varias veces galardonado en los premios Goya, Rufo Cárdenas. Ideará un plan perfecto para que este prestigioso y conocidísimo director de cine, lance su carrera al estrellato, protagonizando ésta su nueva película. Eso sí, no podemos pensar en un codiciado largometraje que no disponga de un codiciado productor. Loreto tiene todo bien atado y no ha dejado escapar ni un detalle. Junto a Rufo Cárdenas, conoceremos a César Lasalle, aclamado productor de cine, bien conocido por sus juergas desmedidas o sus variadas adicciones y juergas y gran amigo del cineasta. César, encarnado por el divertidísimo Manuel Tallafé, formará parte de este plan ideado por la actriz para llegar a resolver su propósito con el mejor de los finales… o quizá no. Conseguirlo o no dependerá sólo de ella… Y de ellos.
El Teatro Marquina acoge este montaje canalla y de lo más reflexivo, pese a estar cargado de humor, hasta el 25 de junio. Pocos días quedan ya para desgranar este espectáculo que tanto tiene que enseñar, tantos mitos tiene que desmontar y, sobre todo, tanto para hacer pensar, no sólo a espectadores, sino a los propios compañeros y compañeras de profesión que, a veces, han pasado por las más desafortunadas situaciones.
Como decía el mismísimo Confucio, «el éxito depende de la preparación previa, y sin ella seguro que llega el fracaso». Esperemos que Loreto no fracase en su búsqueda del éxito… Bueno yo ya sé lo que pasa, pero… ¡tendréis que ir a verla para descubrir el final!
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